El comité expresó preocupación por la amplia serie de restricciones arbitrarias de los derechos políticos y civiles existentes en Rusia. Con respecto a la llamada ley sobre "agentes extranjeros", el comité observa sus repercusiones negativas sobre la libertad de expresión, de reunión y de asociación, y expresa su preocupación sobre el nuevo proyecto de ley en materia de organizaciones extranjeras "indeseables", que obstaculizaría aún más a las actividades de las organizaciones de derechos humanos.
El comité considera que el nuevo marco jurídico adoptado en Rusia fomenta la discriminación, el discurso de odio y la violencia contra las personas LGBTI. El comité también destaca la necesidad de que Rusia intensifique sus esfuerzos en la lucha contra todos los actos de racismo, xenofobia, islamofobia y antisemitismo, incluso en el discurso político y en los medios de comunicación.
El comité instó a Rusia que ponga fin a la impunidad, al tiempo que señala diversos delitos contra abogados, periodistas, defensores y defensoras de los derechos humanos y opositores políticos, que aún no han sido investigados, entre los que se encuentra el asesinato de la abogada de derechos humanos Natalia Estemirova. El comité también pidió a las autoridades que lleven a cabo una investigación imparcial sobre la muerte del líder de la oposición Boris Nemtsov. El comité concluyó que Rusia debería ofrecer protección eficaz a los abogados, periodistas y defensores y defensoras de derechos humanos que estén amenazados por el simple hecho de desempeñar actividades relacionadas con estos derechos, tal como han alertado reiteradamente la FIDH y Memorial ADC.
El comité señala asimismo la responsabilidad de Rusia en las violaciones cometidas en las autoproclamadas República Popular de Donetsk y República Popular de Lugansk, debido a que Rusia "ejerce influencia sobre estos grupos y autoridades, lo que significa que ejerce un control efectivo sobre sus actividades" .
La FIDH y el Memorial ADC acogen con satisfacción las recomendaciones del comité y se unen a su llamamiento para que cese el acoso y la represión constantes de los activistas y las organizaciones de derechos humanos en Rusia, se respeten las obligaciones internacionales establecidas en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y se apliquen las recomendaciones del comité.