A nuestros amiges y aliades de Georgia, les acompañamos en su lucha contra el intento de aprobar una ley "sobre la transparencia de la influencia extranjera", que apunta claramente a las organizaciones de la sociedad civil y a los medios de comunicación independientes. Este ataque a la libertad de expresión, de asociación y de reunión pacífica, así como a los derechos básicos y fundamentales para una sociedad democrática y pluralista, nos afecta a todas y todos. Es un intento de deshumanizar y estigmatizar a la sociedad civil y su trabajo, algo que va en contra de los compromisos de Georgia en materia de derechos humanos, así como de las normas y valores internacionales de derechos humanos.
También en algunos de nuestros propios países hemos sido testigos de hechos similares, cuando tipos de legislación parecidos han dado lugar a represalias, ataques, señalamientos, encarcelamientos, secuestros y asesinatos de personas defensoras de los derechos humanos, y de la tierra y el territorio, de activistas medioambientales y profesionales del derecho, periodistas, trabajadores, líderazgos comunitarios y otros integrantes de la sociedad civil. Vemos claramente los riesgos de que se produzcan acontecimientos similares también en Georgia, un país cuyo pueblo lleva 35 años luchando ferozmente por la libertad, la independencia, la libertad y la democracia.
Nos solidarizamos con la sociedad civil georgiana, los medios de comunicación y el pueblo georgiano en general. Apreciamos enormemente su lucha por la libertad y la democracia y reconocemos que la adopción de esta ley en Georgia podría tener repercusiones también en nuestros países.
Pedimos al parlamento georgiano que se rechace el proyecto de ley y se retome el programa de reformas, para que Georgia siga liderando la democratización y el desarrollo.
Hacemos un llamamiento a las organizaciones internacionales, a las instituciones financieras internacionales (en estos momentos se está celebrando en Tiblisi, Georgia, la Asamblea General del Banco Asiático de Desarrollo) y a otros socios internacionales de Georgia para que condenen públicamente este ataque contra las libertades y la democracia y expresen su apoyo a la sociedad civil y al pueblo georgianos.