París, Ginebra, 6 de junio de 2025. El 7 de junio de 2025, durante su conferencia anual, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) celebra una sesión especial dedicada a las violaciones persistentes de los derechos fundamentales de las personas trabajadoras en Belarús, en particular el derecho a la libertad de asociación, el derecho a la organización y la negociación colectiva (Convenios 87 y 98 de la OIT). La sesión se organiza como continuación del procedimiento iniciado contra Belarús en virtud del artículo 33 de la Constitución de la OIT en junio de 2023, en el que se instaba a Belarús a acoger urgentemente una misión de la OIT para evaluar la situación de los derechos humanos en el país, y se invitaba a todos/as los/as mandantes de la OIT (gobiernos, personas trabajadoras y empleadoras) a adoptar las medidas adecuadas para garantizar que el Gobierno bielorruso no pueda aprovechar sus relaciones con ningún mandante para perpetuar o extender las violaciones de los derechos de las personas trabajadoras. Este procedimiento se invocó tras el incumplimiento sistemático por parte de Belarús de las recomendaciones formuladas por la Comisión de Investigación de la OIT en su informe publicado en 2004.
"La implacable persecución de las personas trabajadoras y activistas sindicales en Belarús sigue siendo muy preocupante", declaró Ilya Nuzov, responsable del programa de Europa del Este y Asia Central de la FIDH. "La invocación del artículo 33 de la Constitución, prácticamente sin precedentes en la historia de la OIT, fue un momento crucial que debe seguir impulsando a la comunidad internacional a adoptar medidas decisivas para garantizar que se rindan cuentas por las graves violaciones de los derechos de las personas trabajadoras."
Tal como documentaron organizaciones de la sociedad civil bielorrusa e internacional, así como personas expertas de las Naciones Unidas, especialmente desde 2022, las autoridades bielorrusas han vulnerado sistemáticamente los derechos de las personas trabajadoras bielorrusas, entre otras cosas mediante la liquidación de todos los sindicatos independientes –el Congreso Bielorruso de Sindicatos Democráticos (BKDP) y sus cuatro miembros– y la persecución de líderes y activistas sindicales, que en su mayoría han sido objeto de amenazas, despidos, encarcelamiento, se los ha calificados de "extremistas" o se les ha obligado a exiliarse para someterlos a juicio en rebeldía por expresar sus opiniones políticas. Según Salidarnast, una asociación fundada por sindicalistas en el exilio 29 líderes y activistas sindicales, entre quienes se encuentran el presidente del BKDP y miembro del Consejo de Administración de la OIT, Aliaksandr Yarashuk, continuaban ilegalmente en prisión en marzo de 2025.
"La represión estatal de la disidencia, con medidas como el despido de las personas partidarias de los/as candidatos/as presidenciales independientes en las elecciones de 2020 y, en particular, el encarcelamiento de líderes y activistas sindicales, es inaceptable", declaró Pavel Sapelka, vicepresidente de la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH). "La solidaridad internacional debe acabar con esta práctica vergonzosa."
A la luz de la actual represión de los derechos de las personas trabajadores, la FIDH y Viasna instan a las autoridades bielorrusas a garantizar en toda circunstancia el derecho a la libertad de asociación y de expresión, en particular mediante la plena aplicación de las recomendaciones formuladas a las autoridades bielorrusas en el informe de 2004 de la Comisión de Investigación, así como a cooperar plenamente con la OIT.
La FIDH y Viasna instan también a las autoridades bielorrusas a que pongan fin de inmediato a la persecución de las personas trabajadoras, activistas sindicales y organizaciones de la sociedad civil, a que proporcionen una indemnización adecuada por las violaciones de los derechos humanos sufridas y a que restablezcan todos los sindicatos independientes, al tiempo que garantizan que puedan continuar su labor legítima.
Las organizaciones piden a todos los Estados miembros de la OIT que condenen de manera inequívoca la represión actual contra las personas trabajadoras y los sindicatos independientes, y que adopten todas las medidas necesarias para aumentar la presión sobre las autoridades bielorrusas, con el fin de que Belarús cumpla con sus obligaciones internacionales.