El 18 de noviembre de 2014, la Organización de las Naciones Unidas adoptó una resolución general sobre la situación de los derechos humanos en la República Popular Democrática de Corea a la luz del reciente informe proporcionado por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. Esta resolución puso de manifiesto las violaciones de los derechos humanos en Corea del Norte y pide a la Corte Penal Internacional la remisión potencial de la situación.
La FIDH se unió a otras organizaciones internacionales defensoras en el apoyo de víctimas de abusos documentados por la comisisón de investigación en un comunicado adjunto que pedía la adopción de la resolución y la acción de las conclusiones de la comisión. A pesar de los debates acalorados con respecto al lenguaje de la resolución relacionada con la remisión de la CPI, la resolución fue adoptada por una mayoría aplastante.
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