Al ampliar por un año más el mandato del Relator Especial sobre Irán, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU reconoce que en el país se producen continuadas y graves violaciones de los derechos humanos y que la actual negociación nuclear no debe distraer la atención internacional de la situación de los derechos humanos.
La FIDH ha instado incesantemente al consejo a mantener a Irán en su agenda (en inglés) y a continuar con la supervisión, el diálogo y la publicación de informes sobre la situación de los derechos humanos en el país, independientemente de cualquier consideración geopolítica y basándose en una evaluación objetiva de las violaciones cometidas.
La ampliación del mandato del Relator Especial es especialmente importante dado el rechazo de las autoridades iranís a abordar el tema de las continuas violaciones de los derechos humanos que se producen en el país, que incluyen la represión de libertades fundamentales, la discriminación de las mujeres y de las minorías étnicas y religiosas, la denegación de las garantías procesales, en particular para los presos de conciencia que permanecen en prisión, y la cada vez más frecuente aplicación de la pena de muerte, en clara contravención del derecho internacional y de las normas relativas a las garantías procesales. En Irán estas violaciones de los derechos humanos son sistémicas, generalizadas y sistemáticas.