París, Seúl, 17 de septiembre de 2025. El 21 de agosto de 2025, el CRPD publicó sus observaciones finales tras el examen del informe inicial de Corea del Norte en virtud de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que se celebró el 12 de agosto de 2025 en Ginebra (Suiza). El CRPD supervisa la aplicación de las disposiciones de la Convención por los Estados partes, entre otros, Corea del Norte, que ratificó la Convención en 2016.
El CRPD expresó su profunda preocupación por las denuncias de infanticidio de niños y niñas con discapacidad, esterilizaciones y abortos forzados de mujeres con discapacidad, así como por la detención arbitraria de personas con discapacidad psicosocial e intelectual en instituciones segregadas sin el debido proceso. El CRPD recomendó a Corea del Norte que investigara urgentemente todas esas denuncias, enjuiciara a las personas autoras y estableciera mecanismos de supervisión independientes que pudieran acceder sin restricciones a los lugares de detención y a las instalaciones médicas.
Entre otras conclusiones importantes, el CRPD subrayó la falta de protecciones constitucionales explícitas contra la discriminación por motivos de discapacidad y la ausencia de una ley integral contra la discriminación. Por otra parte, señaló el doble rasero que se aplica a estas personas, ya que se da prioridad a los veteranos sobre el resto de personas con discapacidad, en particular las que viven en zonas rurales, lo que da lugar a exclusión y a desigualdad en el acceso a los servicios. El CRPD recomendó a Corea del Norte que modificara su Constitución para prohibir explícitamente la discriminación por motivos de discapacidad, reconociera la denegación de ajustes razonables como una forma de discriminación y adoptara una legislación integral contra la discriminación.
El CRPD expresó asimismo su preocupación por el hecho de que Corea del Norte continuara segregando a los niños y niñas con discapacidad en escuelas especiales y centros de rehabilitación y se hubieran producido escasos avances hacia la educación inclusiva. Recomendó a Corea del Norte que adoptara una estrategia con plazos concretos y recursos adecuados para eliminar gradualmente la educación segregada y garantizar el acceso a una educación inclusiva y de calidad en todos los niveles.
Además, el CRPD señaló la existencia de barreras generalizadas al acceso a la atención sanitaria, la protección social, el empleo y la participación en la vida política y pública. Destacó la concentración de los servicios en Pyongyang y la exclusión de las comunidades rurales, e instó a Corea del Norte a garantizar la igualdad de acceso en todo el país y a pasar de talleres segregados al empleo inclusivo en el mercado laboral abierto.
El CRPD pidió asimismo a Corea del Norte que estableciese un mecanismo de supervisión independiente con arreglo a los Principios de París y garantizase la participación significativa de las personas con discapacidad y sus organizaciones de representación en la concepción, la aplicación y la supervisión de las leyes y políticas relacionadas con la discapacidad.
Las conclusiones y recomendaciones del CRPD mencionadas anteriormente reflejaban las que figuraban en el informe conjunto que el NKDB y la FIDH presentaron al CRPD antes de su examen de Corea del Norte.
La FIDH y el NKDB subrayan que los derechos de las personas con discapacidad son inseparables de la crisis generalizada de los derechos humanos en Corea del Norte. Las dos organizaciones instan a Corea del Norte a poner fin a las prácticas que devalúan la vida de las personas con discapacidad, desmantelar los sistemas de segregación y garantizar la igualdad de derechos para toda la población.