Camboya: La condena de un antiguo líder de la oposición es una "farsa judicial"

03/03/2023
Comunicado
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TANG CHHIN Sothy / AFP

París, 3 de marzo de 2023: La FIDH condena la sentencia y la pena de prisión impuestas hoy al ex líder de la oposición Kem Sokha, e insta al gobierno camboyano a poner fin inmediatamente a todos los actos de hostigamiento contra sus opositores y críticos políticos antes de las próximas elecciones generales, previstas para el 23 de julio de 2023.

El Tribunal Municipal de Phnom Penh declaró a Kem Sokha culpable de traición según los artículos 439 y 443 del Código Penal ("conspiración con [una] potencia extranjera") y lo condenó a 27 años de prisión. El tribunal también ordenó la suspensión de sus derechos civiles y políticos, incluido el derecho de sufragio activo y pasivo. Kem Sokha fue puesto bajo arresto domiciliario con supervisión judicial hasta que la condena sea firme.

Kem Sokha es el expresidente del Partido Nacional de Rescate de Camboya (CNRP). El CNRP fue disuelto arbitrariamente por el Tribunal Supremo de Camboya en noviembre de 2017, en medio de una incesante campaña de acoso, persecuciones y detenciones de sus miembros y simpatizantes, en el período anterior a las elecciones generales de julio de 2018.

"La extraordinaria duración del juicio, los procedimientos viciados y la conclusión predecible demuestran que el procesamiento de Kem Sokha no fue más que una farsa política destinada a mantenerlo fuera de la política. El gobierno camboyano debe poner fin inmediatamente a la persecución de sus oponentes políticos mediante el uso de tribunales serviles y leyes represivas", ha declarado el Secretario General de la FIDH, Adilur Rahman Khan.

El procesamiento de Kem Sokha por motivos políticos tuvo su origen en un discurso para promover la democracia y el cambio de liderazgo en Camboya, que el ex líder de la oposición pronunció en Australia en 2013. El vídeo de este discurso se publicó posteriormente en Internet.

El juicio de Kem Sokha duró casi tres años, del 15 de enero de 2020 al 21 de diciembre de 2022, durante los cuales se celebraron 66 audiencias. La integridad del proceso se vio empañada por la ineficacia, los atrasos cuestionables, incluida una interrupción de 21 meses atribuida a la propagación del COVID-19, y el acoso desproporcionado al equipo de defensa de Kem Sokha, en particular a una abogada.

El proceso se caracterizó por numerosas violaciones del derecho de Kem Sokha a un juicio justo. Este derecho está garantizado por la Constitución y el Código Penal camboyanos, así como por el artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del que Camboya es Estado Parte.

El proceso violó incuestionablemente el derecho de Kem Sokha a un juicio sin dilaciones, ya que su juicio no comenzó hasta dos años y medio después de su detención y no se dictó sentencia hasta más de cinco años después de su detención. El tribunal hizo caso omiso de las numerosas peticiones de la defensa para que se agilizaran los procedimientos y de sus objeciones a los atrasos. En más de una ocasión, un fiscal adjunto respondió a tales objeciones afirmando que el juicio podría acelerarse si el acusado se limitaba a confesar el delito del que se le acusaba.

Además, la fiscalía y los abogados del gobierno (que se personó como parte civil) trasladaron con frecuencia la carga de la prueba al acusado. En un caso notable, un abogado del gobierno despotricó contra la presunción de inocencia. Por último, varios testigos de la defensa fueron acosados e intimidados con la amenaza de acusarlos de perjurio.

La defensa planteó dudas sobre la legalidad de la detención de Kem Sokha en 2017, alegando que no existía una orden de detención que sirviera de base para su arresto durante una redada nocturna en su domicilio [véase más abajo, Antecedentes].

Antecedentes

Kem Sokha fue detenido por la policía poco después de la medianoche del 3 de septiembre de 2017 en su domicilio de Phnom Penh, en relación con un supuesto complot para derrocar al Gobierno. El 5 de septiembre de 2017, el Tribunal Municipal de Phnom Penh lo acusó de traición. Kem Sokha fue recluido en la prisión de Trapaing Thlong (Prisión del Centro Penitenciario 3), en la provincia de Tboung Khmum. Durante su detención, se le denegó la libertad bajo fianza en cinco ocasiones.

En abril de 2018, el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró que la detención de Kem Sokha era "arbitraria", porque era producto del ejercicio de su derecho a la libertad de opinión y de expresión y del derecho a participar en la dirección de los asuntos públicos. Estos derechos están garantizados por los artículos 19 y 25 del PIDCP.

En la mañana del 10 de septiembre de 2018, pocos días después de cumplir un año en prisión preventiva, Kem Sokha fue finalmente puesto en libertad bajo fianza. El Tribunal Municipal de Phnom Penh sometió la excarcelación de Kem Sokha a varias condiciones similares al arresto domiciliario, entre ellas: prohibición de viajar al extranjero; obligación de permanecer confinado en un radio de cuatro manzanas alrededor de su domicilio de Phnom Penh; prohibición de reunirse con cualquier antiguo responsable del ahora disuelto Partido de Rescate Nacional de Camboya (CNRP), de la oposición, o con personas, especialmente extranjeras, implicadas en su proceso de traición.

El 10 de noviembre de 2019, se concedió a Kem Sokha la libertad condicional de su arresto domiciliario, pero se le siguió prohibiendo viajar al extranjero y realizar actividades políticas.

Desde noviembre de 2020, 158 antiguos miembros del CNRP han sido acusados en juicios penales masivos, y 79 antiguos simpatizantes del CNRP - incluidos sus antiguos dirigentes - han sido condenados por delitos graves y leves, muchos de ellos juzgados y condenados en rebeldía.

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