6 de junio de 2025. La cantidad de ejecuciones de personas afganas en Irán aumentó de forma preocupante. En 2024, se ejecutó en Irán al menos a 80 hombres afganos; eso significa que se multiplicaron por tres las cifras del año anterior. Estas ejecuciones se llevan a cabo en silencio y sin transparencia. Únicamente se anunciaron a través de canales oficiales seis de estas 80 ejecuciones.
Esta tendencia sigue en 2025: en los primeros cinco meses del año, al menos 32 personas afganas fueron ejecutadas.
La República Islámica demostró que actúa con total impunidad cuando se trata de ejecutar a personas de las comunidades más marginadas y empobrecidas, cuya muerte no tiene ningún coste político.
Teniendo en cuenta las circunstancias políticas internas en Afganistán, la República Islámica tampoco se siente obligada a proporcionar acceso consular a las personas afganas. Si estas ejecuciones continúan sin tener ningún coste para la República Islámica, tememos que en los próximos meses se ejecute a decenas de personas afganas más.
Insistimos en el hecho de que los procedimientos judiciales, en especial los referidos a la pena de muerte, no cumplen las normas mínimas de un juicio justo y a menudo las confesiones se obtienen mediante tortura y coerción.
Además, la ola antiinmigración, especialmente el sentimiento anti-afgano alimentado por el Gobierno para desviar la atención pública de su mala gestión económica, abre el camino para reducir aún más el coste político de estas ejecuciones.
Las organizaciones abajo firmantes hacemos un llamamiento a todas las organizaciones de derechos humanos, activistas, figuras políticas y a la opinión pública para que manifiesten su oposición a la ejecución de personas afganas por todos los medios posibles. También instamos a la comunidad internacional a que adopte las medidas adecuadas para impedir que continúe esta tendencia.