Al iniciarse el lunes 28 de junio ante el Tribunal Correccional de París el juicio contra el ex dictador y jefe de Estado panameño, Manuel Noriega, condenado en rebeldía en Francia en 1999 a diez años de cárcel por blanqueo de dinero, la defensa pretende que Noriega debería beneficiarse de inmunidad porque los hechos que se le reprochan los cometió siendo jefe de Estado.
La FIDH, así como sus ligas miembros en Francia y Panamá: la Liga francesa de Derechos Humanos (LDH) y el Centro de Capacitación Social de Panamá, consideran que sería escandaloso conceder la inmunidad a un jefe de Estado que ya no ejerce, tanto más cuando se trata de actos delictivos de derecho común.
Ambas subrayan, además, que ninguna inmunidad de este tipo puede ser invocada, ni en virtud del derecho internacional, tanto consuetudinario como convencional, ni en virtud del derecho interno, como ha tenido ocasión de recordar el Tribunal Internacional de Justicia en la decisión dictada en 2000 sobre el caso Yerodia.
La FIDH, la LDH y el Centro de Capacitación Social de Panamá recuerdan que Manuel Noriega deberá responder ante la justicia panameña por las graves violaciones de los derechos humanos que fueron cometidas en Panamá, una vez cumplida su sentencia en Francia.