Desde el 23 de junio de 2015 fueron asesinados/as cinco defensores/as LGBTI: Juan Carlos Cruz Andara, Angy Ferreira, Violeta Rivas, Gloria Carolina Hernández Vásquez, también conocida como Génesis Hernández y Jorge Alberto Castillo. Angy Ferreira y Violeta Rivas eran también mujeres trans, por lo que, sumado a su labor por los derechos humanos, fueron tomadas como blanco doblemente. También formaban parte de la Asociación Arcoiris, que trabaja por la igualdad y equidad para la comunidad LGBTI en Tegucigalpa y en todo el país. Angy Ferreira era también integrante de la asociación Kukulcán y Violeta Rivas, de la asociación Cozumel Trans. Génesis Hernández, poetisa, y Jorge Alberto Castillo colaboraban con la Asociación por una Vida Mejor - APUVIMEH. Como WHRDIC, reconocemos sus contribuciones valiosas al avance de los derechos de la comunidad LGBTI en Honduras, y celebramos su activismo inspirador a la vez que recordamos su muerte.
La Asociación Arcoiris ha continuado con su tarea a pesar de que sus integrantes debieron abandonar la ciudad, y a veces el país, por causa de la situación de extrema violencia dirigida contra ellos/as. Desde abril de 2015, los defensores y defensoras Esdra Yaveth Sosa Sierra, Ruby Ferreira, Kendry Sayury Hilton, Faviola Yescas, Wilmer Rodas y Donny Reyes han sido objeto de graves amenazas y actos de intimidación Además, el defensor de derechos humanos Marco Aurelio López fue objeto de un ataque tan violento que podría haberle costado la vida. Los/as integrantes de APUVIMEH quedaron detenidos arbitrariamente durante un día y luego fueron hostigados por la policía. Preocupa aún más que en muchos de estos casos los perpetradores son fácilmente identificables como miembros de las fuerzas de seguridad del estado. APUVIMEH debió solicitar medidas de protección de la CIDH. Sin embargo, a pesar de que la Asociación Arcoiris y Donny Reyes son beneficiarios de medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos desde el 2010, muchos de sus miembros debieron huir, porque temen por sus vidas ante la falta de una protección apropiada de parte del estado. Por ejemplo, la provisión de guardias de seguridad solo contribuye a intimidar a defensores/as LGBTI en el transcurso de su labor.
Existe un patrón persistente de este tipo de violencia hacia la comunidad LGBTI en Honduras, que ha empeorado desde el golpe del 2009. A pesar de que Honduras nombró recientemente un procurador especial para investigar delitos de odio contra la comunidad LGBTI en el país, la situación continúa siendo muy grave para estos/as defensores/as. En Honduras, las personas trans se enfrentan a una profundo prejuicio social. De acuerdo con la Comisión de Derechos Humanos, el 92% de los asesinatos de personas LGBTI en Honduras permanecen impunes, mientras que el "Movimiento de Diversidad en resistencia" declaró que de los 198 integrantes de su organización asesinados desde 1994, 178 lo fueron desde el golpe del 2009.
WHRD IC reconoce la importancia y el valioso trabajo de defensores/as de derechos LGBTI en Honduras, especialmente visto el clima de exclusión social y odio a los que están sometidos/as en este país. WHRD IC se siente conmovida por su determinación para seguir adelante a pesar de las dificultades extremas que enfrentan.
El Artículo 12 de la Declaración sobre defensores de los derechos humanos de la ONU requiere que los estados tomen todas las medidas necesarias para garantizar la protección de los/as defensores/as de derechos humanos. Por consiguiente, WHRD IC insta al gobierno hondureño a tomar de manera inmediata medidas adecuadas y con perspectiva de género para proteger a los/as defensores/as LGBTI de tan espantosos ataques, y a investigar de forma exhaustiva e imparcial el patrón de ataques, amenazas, actos de intimidación y asesinatos hacia todos/as los/as defensores/as de derechos LGBTI en Honduras.