Si bien es cierto que podría interpretarse que el Acuerdo de la CICIACS se encuentra en contradicción con la Constitución de la República de Guatemala, la FIDH subraya que tal Acuerdo no pretende ni substituir la labor del Ministerio Público en Guatemala ni remplazar la acción judicial de los jueces, sino únicamente apoyar el sistema de administración de la justicia en este país. En consecuencia, la FIDH considera que la opción más adecuada hubiese sido la de rectificar los obstáculos técnicos que podían impedir la ratificación del Acuerdo antes de rechazarlo en bloque.
La FIDH recuerda que el 7 de enero de 2003 se suscribió un "Acuerdo entre las Naciones Unidas y el Gobierno de Guatemala para el Establecimiento de una Comisión de Investigación de Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad", mediante el que se solicitaba a Naciones Unidas que la CICIACS fuese establecida en tanto que misión internacional con el objeto de apoyar los órganos legalmente establecidos en Guatemala en la persecución penal de personas responsables de cuerpos ilegales y aparatos clandestinos.
La FIDH recuerda igualmente que los cuerpos ilegales y aparatos clandestinos son responsables de graves violaciones de derechos humanos en Guatemala, y que en particular los operadores de justicia y los defensores de derechos humanos, son objeto constante de amenazas, actos de hostigamiento e incluso de violencia (Ver Informe Anual del Observatorio, programa conjunto de la FIDH y de la OMCT de 2003).
Teniendo en cuenta la debilidad del sistema de administración de la justicia en Guatemala y la necesidad de un apoyo internacional para combatir la impunidad que prevalece en este país, la FIDH considera que la CICIACS constituye un mecanismo necesario para garantizar el acceso a la justicia a las víctimas y la disolución de los grupos responsables de graves violaciones de derechos humanos.
La FIDH confía en que el Pleno del Congreso rechace los dictámenes desfavorable de la Comisión y derechos humanos y ratifique, con las reformas legales pertinentes, el Acuerdo suscrito entre Naciones Unidas y el gobierno de Guatemala.
La FIDH llama al gobierno de Guatemala a concretar con medidas efectivas su apoyo a la iniciativa de la CICIACS, incluso si fuera indispensable mediante la modificación del Acuerdo con la ONU, guardando en todo caso las competencias establecidas en el mismo para la CICIACS.
Finalmente, la FIDH llama a la Comunidad internacional, en particular a los organismos de Naciones Unidas, de la OEA y la Unión europea, a pronunciarse a favor y expresar su apoyo público a la CICIACS.