6 de noviembre de 2024, Nueva York. En respuesta a la aparente victoria de Donald Trump, el director ejecutivo del Centro de Derechos Constitucionales, Vince Warren, emitió la siguiente declaración:
No hace falta adivinar lo que la victoria de Trump significa para el país, pues ha dejado claras sus intenciones, al igual que los autoritarios, fascistas, teócratas y oligarcas que pretenden apoderarse de él. Intentarán tomar represalias contra los adversarios de Trump y purgar a los empleados federales que se resistan a ello. Intentarán perseguir y aislar a los grupos marginados, aplastar los movimientos sociales e invadir aún más la autonomía corporal y reproductiva, incluida la de las mujeres cisgénero, personas trans, intersexuales, de dos espíritus y personas no binarias por igual, así como acelerar los ataques contra el acceso a la asistencia sanitaria de afirmación de género que permite salvar vidas. Con la captura del poder judicial por parte de la derecha, intentarán la toma de poder hostil más audaz de nuestra historia, consolidando la fusión de nuestro gobierno con su poder corporativo, dirigiendo el país como si fuera un negocio y obteniendo beneficios de la explotación de la tierra y de las personas, mientras inician una transferencia masiva de riqueza. Se asociarán con quienes en todo el mundo ejercen una violencia sin control y mitologías de supremacía similares para consolidar su poder. Con todos esos fines, Trump y sus aliados seguirán sembrando el miedo para mantenernos desmoralizados y divididos.
Ante este inmenso ataque a los derechos humanos y a los avances conseguidos con tanto esfuerzo en las últimas décadas, debemos resistir la tentación de desesperarnos y ponernos a trabajar con mayor determinación. Las mismas cosas que Trump pondrá en el punto de mira —la disidencia, la solidaridad y la resistencia— son nuestras mayores fortalezas, y debemos usarlas no solo para defender a nuestra gente y al planeta, sino también para construir poder en pos de la justicia y la liberación.
«Las mismas cosas que Trump atacará -la disidencia, la solidaridad y la resistencia- son nuestras mayores fortalezas»
Los retos que se avecinan, aunque desalentadores, no carecen de precedentes. Con su racismo, su brutalidad y su autoritarismo, Trump está tratando de repavimentar un largo camino que se remonta a antes de las plantaciones. Como siempre ha sido el caso, nuestras comunidades y movimientos más amenazados liderarán la resistencia contra la falta de humanidad y forjarán de nuevo el progreso, pero necesitan nuestro apoyo y determinación. La solidaridad entre comunidades es esencial. Entre muchas otras amenazas, Trump ha prometido violencia a escala industrial en forma de deportación masiva de todos los inmigrantes indocumentados a partir de su primer día en el cargo. Será responsabilidad de todos nosotros trabajar juntos para evitar esta y tantas otras atrocidades.
En el CCR, nos solidarizaremos con quienes están en el punto de mira del poder estatal, como hemos hecho desde la década de 1960, cuando abogados que representaban a activistas de derechos civiles y movimientos sociales del Sur fundaron nuestra organización. Aprovecharemos toda nuestra experiencia y recursos para apoyar a las comunidades más amenazadas por la presidencia de Trump, en Estados Unidos y en todo el mundo. Para tener éxito, lo que nosotros y todos los movimientos sociales debemos hacer es a la vez simple y enormemente desafiante: debemos unirnos, como nunca antes, a partir de hoy. Nuestra fuerza reside en los demás y, plenamente realizada, es mucho más poderosa que el fascismo.
El Center for Constitutional Rights trabaja con comunidades amenazadas para luchar por la justicia y la liberación a través del litigio, la defensa y las comunicaciones estratégicas. Desde 1966, el CCR se ha enfrentado a sistemas de poder opresivos, como el racismo estructural, la opresión de género, la desigualdad económica y las extralimitaciones gubernamentales. Más información en ccrjustice.org.