Esto incluye a las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, y la persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz. Este último compromiso vuelve el acuerdo definitivo inminente.
Es una satisfacción para la FIDH que mañana 23 de junio, se ponga un punto final a una de las dimensiones más concretas de la guerra que son el fuego y las hostilidades entre las FARC y al Estado colombiano.
La FIDH saluda la inclusión en este acuerdo de medidas de protección hacia los defensores de derechos humanos y los movimientos sociales quienes, en un país sumamente polarizado, han sido frecuente e indebidamente asimilados a los grupos de la guerrilla y recuerda que más de 60 defensores fueron asesinados en el año 2015.
La FIDH se pronunciará sobre el diseño y desarrollo de las herramientas que le den vida al acuerdo definitivo, en particular en lo referente a la creación de la Jurisdicción Especial para la Paz, pues posteriormente al acuerdo quedan muchos temas por detallar y es esencial que se respeten los derechos de las víctimas y las obligaciones de Colombia de respetar el derecho penal internacional.