Carta Abierta a

Su excelencia,

El Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos
Humanos, programa conjunto de la Federación Internacional de Derechos
Humanos (FIDH) y de la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT),
desea expresar su extrema preocupación acerca de la situación de
hostigamiento y amenazas que sufrieron los miembros de la delegación
Colombiana a causa de su participación en el XXXV Congreso Mundial de
la FIDH, realizado en Quito entre el 1 y 6 de marzo de 2004.

El 2 de marzo, en el momento en el cual el líder indigena kankuamo
Gilberto Arlanht Ariza denunciaba ante la comunidad internacional
durante este evento el genocidio del que viene siendo víctima el
pueblo Kankuamo desde 2001, un grupo armado irrumpió en el domicilio
del líder indígena en Bogotá, disparó contra la puerta, agredió a las
personas que se encontraban allí, y proferió amenazas contra ellas y
Gilberto Arlanht Ariza.

El 3 de marzo, circularon durante una asamblea general que tenía
lugar en la Universidad del Tolima, Colombia, unos panfletos acusando
a Germán Acosta y Diego Sierra, dos estudiantes que asistían al
Congreso de la FIDH, de pertenecer a la guerrilla. Acusaban también
los panfletos a otros miembros del Comité Estudiantil de Bienestar
Universitario de apoyar acciones de protesta de tipo violento.
Teniendo en cuenta el reciente movimiento de paramilitarización de la
Universidad de Tolima, estas acusaciones son susceptibles de poner en
grave riesgo la vida e integridad personal de los estudiantes
señalados.

El Observatorio recuerda que la situación de los defensores de
derechos humanos en Colombia era el tema central del XXXV Congreso
Mundial de la FIDH, razón por la que se había previsto una amplia
representación de defensores de derechos humanos y de testigos que
vinieron a Quito desde Colombia para denunciar la grave crisis
humanitaria y de derechos humanos que vive el país. De hecho, dicho
Congreso había sido previsto inicialmente en Colombia, y
transladado a Quito a causa de su actitud hostil hacia los defensores
de los derechos humanos.

El Observatorio recuerda también que estos hostigamientos se producen
en un contexto de continuos asesinatos, desapariciones y amenazas
ejercidos contra los defensores de derechos humanos, sindicalistas y
miembros de la sociedad civil en Colombia. El Observatorio recuerda
que Colombia, de acuerdo con la Declaración sobre los defensores de
los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea general de la ONU el 9
de diciembre de 1998, tiene el deber de proteger el Derecho de toda
persona
" individual o colectivo, promover la protección y el respeto de los
derechos humanos, de las libertades fundamentales, tanto en el plano
nacional como internacional y a
esforzarse por ellos " (Art.1) ), y de garantizar "la protección de
toda persona, individual o colectivamente, frente a toda violencia o
represalia, discriminación, negativa de
hecho o de derecho, presión o cualquier otra acción arbitraria del
ejercicio legítimo de los derechos mencionados en la presente
Declaración " (Art.12.2). Tales
obligaciones del Estado se encuentran igualmente proclamadas por la
resolución sobre Defensores de Derechos Humanos en las Américas
[AG/RES. 1671 (XXIX-O/99)],
adoptada por la Organización de los Estados Americanos el 7 de junio
de 1999.

Por consiguiente, el Observatorio le urge a que tome todas las
medidas oportunas para garantizar la seguridad y la integridad
física y psicológica de Gilberto Arlanht Ariza, German Acosta y Diego
Sierra, así como de cada persona que ejerce labores de contestación
pacifica y/o de denuncia nacional e internacional sobre la situación
en Colombia.

Confiando en su apego por los derechos humanos, muy atentamente,

Sidiki KABA Presidente de la FIDH

Eric SOTTAS Director de la OMCT

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