Ayer, 22 de marzo de 2012, a las 4.01 pm, el ex Presidente de la República de Colombia Sr. Álvaro Uribe Vélez escribió en su cuenta de Twitter que “Pérez Casas del Colectivo que defiende terroristas busca nuevas tretas para hacerme otras falsas acusaciones”. En otro tweet colgado en su cuenta a día de hoy a la 1.13 pm dijo: ”Dr. Jaime Granados [su abogado] denunciará a Perez Casas, Colectivo, por manipulación presos para falsas acusaciones en mi contra”.
Las palabras de contenido difamatorio del primer tweet contra el Sr. Luis Guillermo Pérez Casas, integrante del CCAJAR y Secretario General de la FIDH, y el CCAJAR, y el anuncio del segundo sobre la denuncia contra el Sr. Pérez Casas por supuesta manipulación de presos para falsas acusaciones en contra del Sr. Uribe Vélez, se enmarcan en un contexto de procesos penales, como los vinculados a las escuchas ilegales del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) y a la masacre de Mapiripán [1] , Departamento del Meta, en los cuales podría verse involucrada la responsabilidad del ex Presidente.
En efecto, el Sr. Pérez Casas ha representado a las víctimas en los procesos que se están llevando a cabo en contra de funcionarios del Gobierno del ex Presidente Uribe adscritos al DAS, y en contra del mismo ex Presidente, por todo el espionaje y la persecución desatada contra defensores de derechos humanos, magistrados de la Corte Constitucional y magistrados de la Corte Suprema de Justicia en Colombia, periodistas y miembros de la oposición política. El Sr. Pérez Casas también participó en la representación de las víctimas de la masacre de Mapiripán, entre otros casos.
“El Observatorio manifiesta su absoluto rechazo e indignación frente a las acusaciones del Sr. Álvaro Uribe Vélez ya que sus palabras difamatorias constituyen un precedente sumamente grave en la medida en la cual revelan la voluntad de estigmatizar y desacreditar la labor del Sr. Luis Guillermo Pérez Casas y del CCAJAR, organización que durante más de treinta años ha demostrado su compromiso en la representación de víctimas de crímenes de lesa humanidad y de crímenes de guerra, y cumple una labor esencial en la defensa de los derechos humanos en Colombia”, ha dicho Gerald Staberock, Secretario General de la OMCT.
“Estas palabras son muy graves, más aún teniendo en cuenta el nivel de influencia de un ex Presidente, ya que tienen como objetivo estigmatizar al Sr. Pérez Casas y al CCAJAR, es decir a aquellos que trabajan para promover los derechos humanos”, agregó Souhayr Belhassen, Presidente de la FIDH. “Especialmente en el contexto de conflicto armado colombiano y la alta polarización de la sociedad, tal estigmatización incita a la violencia contra el Sr. Luis Guillermo Pérez Casas y propicia un entorno en el que, como ya ha sido observado por el Observatorio, se llevan a cabo amenazas y otros actos que ponen en situación de extrema inseguridad y vulnerabilidad a los defensores de derechos humanos”.
Al mismo tiempo, el Observatorio recuerda que estas acusaciones ocurren en el contexto de una continúa campaña de intimidación en contra del CCAJAR y sus integrantes, que se concreta en múltiples amenazas de muerte en los últimos meses, las más recientes tuvieron lugar el día 27 del mes pasado cuando en las instalaciones del Colectivo llegó un sobre que contenía una amenaza de muerte, también dirigida a otras organizaciones e individuos, firmada por el grupo paramilitar “Comandos Urbanos Los Rastrojos”. Asimismo, en noviembre de 2011, el Sr. Juan Manuel Santos, Presidente de la República de Colombia, calificó a los integrantes del Colectivo de “avivatos” y “corruptos”, con respecto al presunto fraude por parte de una de las personas identificadas como víctima en la masacre de Mapiripán.
El Observatorio recuerda también que la Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en su Informe sobre Colombia presentado el 23 de marzo de 2011, expresó su “preocupación [por] la continuación de homicidios, amenazas, atentados, robos de información, seguimientos e intimidaciones contra defensores y defensoras de derechos humanos y sus organizaciones”.
En este contexto, el Observatorio insta al ex Presidente Álvaro Uribe Vélez a rectificar sus palabras en contra del Sr. Luis Guillermo Pérez Casas y en contra del CCAJAR y recuerda la importancia que, para la construcción de la paz en Colombia y para el fortalecimiento de su Estado de Derecho, tienen todas las medidas dirigidas a garantizar el derecho de las víctimas a la justicia, la verdad y la reparación, de manera que se asegure la no-repetición de los crímenes de lesa humanidad cometidos con la complicidad de agentes del Estado.
Asimismo, el Observatorio exhorta a las distintas autoridades del Estado colombiano a que garanticen el pleno respeto a la labor de los y las defensoras de derechos humanos, imprescindible en una democracia para contribuir a la consecución de la justicia y a la superación de la impunidad. En el mismo sentido, el Observatorio insta a las autoridades colombianas a que adopten de manera inmediata las medidas más apropiadas para que se ponga fin a todo tipo de hostigamiento y amenazas en contra de todos los defensores de derechos humanos en Colombia y que se asegure la aplicación de lo dispuesto por la Declaración sobre los Defensores de los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de la ONU el 9 de diciembre de 1998, así como por los Pactos y Convenciones Internacionales ratificados por Colombia.
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