La FIDH rechaza la represión estatal de las masivas manifestaciones producidas anoche, en respuesta a la declaración del Estado de sitio en Argentina. Esta represión ha producido varias muertes y graves heridos, lo que necesita el inicio inmediato de una investigación independiente e imparcial sobre los asesinatos y el conjunto de la violencia estatal producida estos últimos días.
Así mismo, la FIDH urge al presidente de la Rua el levantamiento inmediato del Estado de sitio y el cese de la represión de la población argentina. El gobierno debe, al contrario, velar por que las fuerzas del orden respeten los derechos fundamentales. La declaración de un Estado de sitio, poniendo aun más en peligro las libertades fundamentales y el Estado de Derecho argentino, es inaceptable.
Además, la FIDH exige la liberación de todas las personas que han sido detenidas durante las recientes y anteriores movilizaciones populares contra las medidas económicas que están sufocando el país y violando los derechos económicos, sociales básicos del pueblo argentino.
En efecto, el proceso de reestructuración económico, caracterizado por una política ultraliberal, por la dilapidación del Estado argentino y por las presiones muy fuertes del Fondo Monetario Internacional, ha provocado una violación de los derechos económicos sociales y culturales: este proceso se traduce en el aumento inaceptable de la pobreza y del desempleo, cuyas principales víctimas son las clases sociales las más desfavorecidas. Subrayamos que los saqueos a supermercados producidos en los últimos días se inscriben en el contexto provocado por la política económica del gobierno y cualquier respuesta por parte del mismo debe por tanto ser de orden económico y social.
La FIDH insta al presidente argentino a que reconsidere con profundidad la política económica de su gobierno, ya que ésta se encuentra en contradicción con los derechos económicos y sociales enunciados en los Tratados internacionales, como el Pacto de derechos económicos, sociales y culturales y numerosas Convenciones de la Organización Internacional del Trabajo.
La FIDH recuerda en particular que las normas internacionales de los derechos humanos deben prevalecer sobre las normas económicas internacionales y sobre las indicaciones de las instituciones financieras.
Finalmente, la FIDH llama a la comunidad internacional a efectuar una profunda reflexión sobre el desequilibrio creciente entre países ricos y países pobres, desequilibrio que es al origen de situaciones de crisis, tal como la que vive Argentina hoy.