Oxfam y la FIDH responden a las nuevas revelaciones de Total en África Oriental, pero piden cautela

La empresa energética francesa Total ha aumentado la transparencia de sus proyectos petroleros en Uganda y Tanzania, pero Oxfam y la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) advirtieron que siguen existiendo importantes riesgos en materia de derechos humanos.

El 8 de marzo, Total publicó nueva información sobre dos grandes proyectos en África Oriental: los campos petroleros de Tilenga, cerca del lago Albert, y el proyecto de oleoducto de África Oriental (EACOP) en Uganda y Tanzania. Total publicó cuatro revisiones de los proyectos realizadas por terceros y declaró los avances realizados en la aplicación de las principales recomendaciones recibidas, entre ellas las de Oxfam, la FIDH y algunos socios locales.

“Tras la presión de las comunidades afectadas por el proyecto, así como de diversos grupos de la sociedad civil preocupados por varios aspectos de ambos planes, Total avanza hacia la transparencia. Estas revelaciones son esenciales para adoptar decisiones más informadas, pero la verdadera responsabilidad requiere que se tomen medidas reales. Total debe proceder con cautela y tomar medidas urgentes para abordar los riesgos que se señalan sus declaraciones y en las conclusiones de las evaluaciones independientes sobre derechos humanos,”

afirmó Bashir Twesigye, director ejecutivo de Civic Response on Environment and Development (CRED) de Uganda.

En septiembre de 2020, la FIDH y la Foundation for Human Rights Initiative (FHRI) publicaron el informe New Oil, Same Business? At a Crossroads to Avert Catastrophe in Uganda [Petróleo nuevo, ¿el mismo negocio? Ante la encrucijada para evitar una catástrofe en Uganda]. Al mismo tiempo, Oxfam, Global Rights Alert (GRA), CRED y la Northern Coalition on Extractives and Environment (NCEE) publicaron Empty Promises Down the Line? A Human Rights Impact Assessment of the East African Crude Oil Pipeline [¿Promesas vacías de futuro? Evaluación del impacto sobre los derechos humanos del oleoducto de África Oriental]. Ambas evaluaciones de impacto en los derechos humanos basadas en la comunidad señalaron los riesgos actuales y futuros ligados a estos proyectos petroleros y ofrecieron recomendaciones a las empresas y los gobiernos para evitar un desastre humano y ambiental.

Aunque se han publicado en el sitio web de Total, los informes se financiaron de forma independiente, no por encargo de la empresa ni de ninguna de sus filiales.

“A pesar de que la semana pasada Total se comprometió a avanzar en la aplicación de muchas de las recomendaciones de Oxfam, la FIDH y nuestros socios locales, los riesgos que pusimos de manifiesto en nuestros informes siguen siendo muy reales. Tanto en Uganda como en Tanzania, aún no se han atendido gran parte de nuestras principales recomendaciones y la situación de las comunidades afectadas sigue siendo grave. Cada día de retraso en la indemnización aumenta el riesgo de que las familias se hundan aún más en la pobreza. Se necesitan más medidas para compensar adecuadamente a las personas por la pérdida de bienes y tierras, proteger el derecho de las comunidades locales a la salud, el medio ambiente, sus medios de subsistencia y sus libertades cívicas y para ofrecer reparación a las personas afectadas por las operaciones petroleras de las últimas décadas,”

declaró Maddalena Neglia, jefa de la Oficina de Globalización y Derechos Humanos de la FIDH.

“Las revelaciones de Total son un primer paso necesario para iniciar un diálogo abierto e informado sobre el desarrollo de las actividades petroleras, pero la empresa y sus filiales aún deben tomar medidas reales para respetar los derechos de las comunidades en riesgo de la frontera petrolera de África Oriental,”

agregó John Bosco Thembo, investigador de la FHRI.

“Respetar estos derechos exige comunicar las medidas de reparación, rendir cuentas de su eficacia y trabajar con la población ugandesa y tanzana para supervisar los posibles impactos que se señalan en este y otros informes. Tomar medidas es ir más allá de lo que ya existe. Significa garantizar que los procedimientos de indemnización sean transparentes y oportunos, responder a las quejas, así como escuchar a quienes creen que estos proyectos no deben seguir adelante,”

afirmó Caroline Brodeur, asesora de Oxfam sobre el sector privado.

Desde 2019, Total se ha enfrentado a varios procedimientos judiciales en Francia, donde se le ha acusado de no haber puesto en marcha un plan de vigilancia adecuado que abordase los riesgos para la salud, la seguridad, el medio ambiente y los derechos humanos, tal como exige la legislación francesa. De igual modo, también se ha pedido a algunos bancos que no financien el EACOP.

“Las comunidades que viven cerca de los proyectos petroleros están sometidas a una asimetría tanto de información como de poder: facilitar el acceso a la información no servirá de nada si la empresa no la utiliza para mejorar la toma de decisiones a escala local, proteger las voces de quienes no estén de acuerdo con ella y reforzar los procedimientos de indemnización. Ante esta información, la verdadera pregunta es ¿qué hará Total a continuación?”

afirmó Siragi Magara Luyima, coordinadora de Oxfam en Uganda para el sector extractivo.

Notas a para la redacción:
Para más información acerca de la información divulgada por Total, consulte:
Tilenga and EACOP

Para más información acerca de las evaluaciones y recomendaciones, consulte:
Oil in East Africa: Communities at Risk
Empty Promises Down the Line? A Human Rights Impact Assessment of the East African Crude Oil Pipeline
New Oil, Same Business? At a Crossroads to Avert Catastrophe in Uganda

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