Togo: que cese la sangrienta represión contra las personas manifestantes

10/07/2025
Comunicado
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YANICK FOLLY / AFP
  • En Togo, las manifestaciones de junio contra la carestía de la vida y a favor de la democracia se han sido objeto de una sangrienta represión. Las milicias del régimen de Faure Gnassingbé han llevado a cabo secuestros, retenciones ilegales, torturas y asesinatos.
  • La Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH), la Ligue des droits de l’Homme (LDH), y el Collectif des avocats pour la démocratie, l’état de droit et les droits de l’Homme condenan firmemente estos abusos.
  • Las Naciones Unidas deben ordenar sin demora la apertura de una investigación internacional independiente sobre estos hechos y trabajar para desmantelar estas milicias.

París, 10 de julio de 2025. Los días 6, 26, 27 y 28 de junio de 2025, jóvenes artistas blogueros/as, que actualmente forman parte del Mouvement du 6 juin (M66), llamaron a la población togolesa a manifestarse en Lomé contra el aumento del precio de la electricidad y la carestía de la vida, contra las crecientes detenciones y encarcelamientos por motivos políticos y contra el golpe de Estado constitucional perpetrado en marzo de 2024 por el régimen de Faure Gnassingbé, que le confiere el poder vitalicio.

Estas manifestaciones fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad y defensa con ayuda, principalmente, de milicias respaldadas por el régimen de Lomé. Las consecuencias son graves: varios arrestos, cientos de personas heridas, siete muertas (entre ellas una persona menor de edad) y se han recuperado varios cadáveres en las lagunas. Se trata de una enésima represión, especialmente feroz, que pone de manifiesto la cultura de la violencia y la impunidad que promueve el régimen de Lomé para acallar a las fuerzas opositoras y silenciar todas las voces disidentes con el gobierno de Faure Gnassingbé, que ocupa el poder desde hace 20 años.

Las milicias del régimen de Lomé recurren con frecuencia a la fuerza y la tortura para reprimir a la población civil durante las manifestaciones, aun cuando las operaciones de mantenimiento del orden y la seguridad son competencia exclusiva de las fuerzas públicas. Esta represión es la expresión de una escalada de violencia que asume y mantiene el régimen de Lomé, como lo demuestra el comunicado del Gobierno del 29 de junio de 2025, que "felicita a las fuerzas de seguridad por su profesionalidad y su sentido de la responsabilidad".

La FIDH, la LDH y el Collectif d’avocats exigen la liberación inmediata de todas las personas detenidas en el marco de estas manifestaciones, así como de todas las personas encarceladas por motivos políticos en Togo. Las organizaciones firmantes exigen al Gobierno togolés que respete sus compromisos internacionales en materia de derechos humanos, en particular la dignidad humana, el carácter sagrado e inviolable de la vida y la persona humana, la integridad física de la población civil, y el derecho a la libertad de reunión y manifestación.

IAnte el silencio de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) y de la Unión Africana, la FIDH, la LDH y el Collectif d’Avocats solicitan la apertura de una investigación internacional independiente dirigida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para que se desmantele la milicia política del régimen de Lomé, a fin de que los autores, cómplices y comisionarios de las exacciones respondan ante la ley y se evite la reiteración de estos actos, sin excluir el recurso a sanciones específicas contra los dignatarios del régimen de Lomé.

Las organizaciones firmantes se comprometen a apoyar todas las iniciativas para luchar contra la impunidad en Togo, especialmente en lo relativo a los crímenes cometidos en Togo antes, durante y después de las elecciones presidenciales del 24 de abril de 2005, sin excluir la posibilidad de alertar a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) para que investigue estos crímenes.

En un momento en que otros movimientos ciudadanos lanzan convocatorias de manifestaciones para los próximos días, la FIDH, la LDH y el Collectif d’Avocats hacen un llamamiento urgente a la ONU para que se adopten medidas urgentes y adecuadas con vistas a proteger a la población civil.

Por último, ante el carácter recurrente de la crisis togolesa y sus repercusiones en los derechos humanos y la población civil, es fundamental que la ONU acompañe al pueblo togolés en su deseo de cambio democrático, que debe conducir necesariamente a una alternancia política en la cúpula del Estado.

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