Este informe, titulado Delays and Dilemmas: New Violence in Darfur and Uncertain Justice Efforts within Sudan’s Fragile Transition [Retrasos y dilemas: Nueva violencia en Darfur e inciertos esfuerzos de justicia dentro de la frágil transición de Sudán], se ha elaborado tras una misión de investigación realizada en enero y febrero de 2021 por la FIDH y sus socios en diferentes lugares de Sudán, como Darfur y Jartum.
El informe pone de manifiesto el aumento de la violencia en Darfur desde el inicio de la transición en 2019, especialmente en Darfur Occidental, que históricamente ha sido el más pacífico de los estados de Darfur. En estos nuevos episodios de violencia se incluyen ataques por parte de las fuerzas de seguridad contra civiles y manifestantes sin armas, así como enfrentamientos entre comunidades y entre fuerzas de seguridad rivales. Muchos de nuestros interlocutores en Darfur han descrito la constante violencia en la región como una señal de que la caída de Bashir no ha conllevado cambio alguno fuera de Jartum. Este nuevo estallido de violencia pronto escapó al control del gobierno y es probable que el reciente golpe de Estado del 25 de octubre alimente más tensiones y violencia en Darfur.
Desde 2019, los esfuerzos de las autoridades de la transición a favor de la justicia y contra la impunidad en Sudán, entre los que se encuentran la aplicación del Acuerdo de Paz de Juba, han sido lentos, debido a las tensiones y divisiones subyacentes entre los actores políticos y militares. El gran número de disposiciones en materia de justicia, tanto dentro como fuera del acuerdo, ha dado lugar a interpretaciones contradictorias, sobre todo en la cuestión crucial de la cooperación con la Corte Penal Internacional (CPI). Estos avances también se han visto perjudicados por la persistencia de puntos de vista contradictorios entre los firmantes del acuerdo, así como, de forma más general, entre los actores políticos de los Estados centrales y los periféricos. Estas divisiones contribuyeron al golpe militar de octubre de 2021, que amenaza con interrumpir las reformas en materia de justicia.
En este momento decisivo, en el que las fuerzas de seguridad conjuntas ejercen una constante y violenta represión de las protestas civiles pacíficas, a pesar de la vuelta al poder del primer ministro Hamdok que fue destituido por los militares del país, es necesario tomar medidas para proteger los derechos humanos y alcanzar una transición pacífica y justa en Sudán.
"Es necesario dar respuesta sin demora a las aspiraciones de paz y justicia del pueblo sudanés, especialmente en Darfur. Se deben reforzar los esfuerzos ya realizados en este sentido, en el marco de una transición pacífica que conduzca al retorno de un gobierno civil y a la celebración de elecciones."
Sudán debe reanudar urgentemente su transición, poniendo fin a la violencia y represión constantes, liberando a todas las personas presas por motivos políticos en el país y llevando a juicio a quienes sean responsables de violaciones de los derechos humanos. Nuestras organizaciones piden que se lleve a cabo de inmediato una investigación regional o internacional independiente sobre las violaciones de derechos humanos cometidas desde el golpe militar del 25 de octubre de 2021.
La comunidad internacional debe apoyar de forma concreta una transición democrática dirigida por civiles e instar a las autoridades de transición a dar prioridad a la paz y la justicia en Darfur y a la aplicación del Acuerdo de Paz de Juba. De lo contrario, el lema de la revolución "libertad, paz y justicia" seguirá siendo una promesa incumplida.
Vea aquí el informe: