En un acto de presentación organizado en Kinshasa el 7 de junio de 2022, la FIDH y sus organizaciones miembros en la RDC presentaron su nota sobre la situación de los derechos humanos en el país.
En 2019 se identificaron cinco prioridades. ¿Dónde estamos, tres años después?
En la nota se reflexiona sobre las cinco prioridades que se explicaron con detalle en una hoja de ruta dirigida en marzo de 2019 al entonces recién elegido presidente:
– la lucha contra la impunidad, la promoción de la verdad y el fortalecimiento de la justicia para velar por la reconciliación nacional y una paz duradera;
– el respeto de los derechos y libertades fundamentales y la promoción del diálogo político;
– la defensa y promoción de los derechos de las mujeres y la igualdad de género;
– el fortalecimiento del Estado de derecho y de la democracia;
– la cooperación con la comunidad internacional y regional y la puesta en marcha de mecanismos de protección de los derechos humanos.
La elección del presidente Tshisekedi en 2019 despertó muchas esperanzas en el pueblo congoleño tras años de gobierno autoritario. A este relevo político le siguieron algunas medidas alentadoras, en particular sobre la justicia transicional y la cooperación regional e internacional.
"Acogemos con especial satisfacción la reapertura del juicio del caso Chebeya/Bazan. Aunque se han hecho esfuerzos para poner en marcha iniciativas de justicia transicional, en este momento es necesario investigar y procesar a los principales responsables de los crímenes cometidos y reconocer oficialmente el cese de John Numbi para que pueda ser juzgado".
Sin embargo, sobre el terreno predomina un sentimiento de desilusión. Las promesas y los anuncios realizados al principio del mandato presidencial no se han cumplido.
"Es necesario debatir la ley de protección de las personas defensoras de los derechos humanos sin más demora, con el fin de otorgar por fin una protección legal a quienes luchan por la protección y la promoción de los derechos humanos en la RDC. Hay que poner fin a los ataques y las amenazas contra las personas defensoras de los derechos humanos y se debe reconocer su papel en el proceso democrático y en el avance hacia el respeto de los derechos humanos".
Durante el mandato de Tshisekedi han surgido varios ámbitos de preocupación, con el resurgimiento de determinadas prácticas que se había producido durante el régimen de Joseph Kabila.
"Nuestras organizaciones observan con preocupación la reducción del espacio cívico y democrático, que se refleja en los numerosos casos en los que las autoridades administrativas y judiciales atacan la libertad de movimiento y el derecho a la libertad personal de los miembros de la oposición política, las personas defensoras de los derechos humanos y profesionales del periodismo".
Se han realizado verdaderos esfuerzos, pero, a medida que se acercan las elecciones presidenciales, la preocupación por la situación de los derechos humanos en el país persiste. Las violaciones de los derechos humanos son más frecuentes en las provincias que se encuentran en estado de sitio desde 2021. Allí, sobre todo en Ituri y Kivu del Norte, el ejército es responsable de la administración y la aplicación de la ley.
Es necesario redoblar los esfuerzos realizados por el gobierno congoleño desde el inicio de su mandato y prestar especial atención a la situación de los derechos humanos en el período previo a las elecciones, con el fin de garantizar el respeto del Estado de derecho y de los principios democráticos en la RDC.
Nuestras organizaciones instan a las autoridades congoleñas a que restablezcan la confianza de la población congoleña en las instituciones, comenzando por la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI), que debe ser garante de unas elecciones creíbles, transparentes e independientes.
La FIDH, la Liga de Electores, la ASADHO y el Grupo Lotus subrayan la importancia de que las elecciones se celebren en el plazo establecido por la constitución.
Lea la nota (en inglés):