La Haya, 19 de septiembre de 2025. En junio de 2024, el panel judicial de la CPI declaró a Al Hassan, antiguo jefe de facto de la policía islámica de Tombuctú y miembro de Ansar Dine, un grupo asociado a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), culpable de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos en Mali entre el 1 de abril de 2012 y el 28 de enero de 2013. Sin embargo, la Sala de Primera Instancia no lo declaró culpable de crímenes en razón de género. Aunque la mayoría de los/as jueces/as concluyeron que Al Hassan había participado en la comisión de estos crímenes con intención y conocimiento, estas conclusiones no dieron lugar a ninguna condena ya que la mayoría de magistrados/as aplicaron la defensa por coacción. En noviembre de 2024, se le había condenado a 10 años de cárcel, aunque posteriormente se redujo esta pena en 12 meses, por lo que actualmente la fecha de liberación prevista es el 28 de marzo de 2027.
El 17 de diciembre de 2024, la Fiscalía comunicó su decisión de renunciar a la apelación de la sentencia de primera instancia y de no recurrir la sentencia condenatoria. En diciembre de 2024, la Sala de Primera Instancia de la CPI dictó una orden relativa a las observaciones sobre las reparaciones, lo que oficialmente dio inicio a la fase de reparaciones del procedimiento y se expusieron las cuestiones sobre las que se invitaba a las partes y participantes a aportar sus contribuciones.
Observaciones de amicus curiae
En marzo de 2025, la Sala de Primera Instancia autorizó a presentar observaciones a un grupo de organizaciones y personas, entre ellas Mama Koité Doumbia, la Asociación de Mujeres para Iniciativas de Paz (Afip), el Grupo de Investigación, Estudio, Formación y Acción de las Mujeres (Greffa), Women’s Initiatives for Gender Justice (WIGJ), la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH), Redress, Abogados sin Fronteras Canadá (ASF Canadá), Alexandra Lily Kather y Sareta Ashraph. El 16 de junio de 2025, presentaron sus observaciones sobre el proceso de reparación, en las que se destaca el alcance de los daños infligidos a las víctimas de los crímenes objeto de la condena, haciendo hincapié en sus dimensiones interseccionales y de género. En las observaciones se pide asimismo que se considere presuntas víctimas a toda la población de Tombuctú durante el período de persecución, y se insiste en la necesidad de garantizar que las reparaciones se centren en las víctimas, sean estructuralmente correctivas, cultural y contextualmente pertinentes, y se creen juntamente con las víctimas.
"En nuestra propuesta se destaca que los crímenes objeto de condena se cometieron en un contexto más amplio de opresión de género y discriminación interseccional. Las reparaciones deben tener en cuenta estas realidades, ya que, de no ser así, se corre el riesgo de negar el alcance real del daño que han sufrido las víctimas", declaró Alix Vuillemin, directora ejecutiva de WIGJ.
En nuestra presentación proponemos asimismo diversas modalidades de reparación adecuadas para responder al daño sufrido por las víctimas, entre otras, indemnizaciones individuales y reparaciones colectivas, que tengan en cuenta las opiniones y necesidades de las víctimas y se apliquen de tal manera que se preserve su dignidad, autonomía y protección, teniendo en cuenta especialmente la situación de inseguridad e inestabilidad que se vive actualmente en Malí.
Antes de dictar su decisión, la Sala de Primera Instancia de la CPI estableció la celebración de una audiencia sobre las reparaciones prevista para el 17 de septiembre de 2025, con el fin de escuchar las observaciones de las representaciones legales de las víctimas, la defensa, la acusación y el Fondo Fiduciario en Beneficio de las Víctimas.
Hacia unas reparaciones centradas en las supervivientes
"Las víctimas de Tombuctú siguen viviendo con las consecuencias de los desplazamientos forzados, la inseguridad y la fragmentación de su comunidad. Esta audiencia es una oportunidad crucial para garantizar que las reparaciones responden a sus necesidades, respetan su dignidad y contribuyen a prevenir nuevos daños", declaró Drissa Traoré, secretario general de la FIDH.
En este caso, las reparaciones son la última oportunidad para que las víctimas de los crímenes de Al Hassan vean reconocido el alcance de su sufrimiento en el marco del procedimiento de la CPI. Estas reparaciones deben contribuir no solo a la recuperación individual, sino también a la resiliencia de la comunidad y al cambio sistémico.
"Basadas en el punto de vista de las personas supervivientes y elaboradas conjuntamente con ellas de conformidad con los principios establecidos en materia de reparación, estas reparaciones pueden contribuir a remediar los daños en razón de género sufridos por las víctimas de Al Hassan en Tombuctú, así como a demostrar el compromiso permanente de la Corte con la justicia de género y la no discriminación", añadió Julie Bardèche, asesora jurídica principal de Redress.
Resulta alentador constatar que las partes, durante la audiencia sobre las reparaciones, reiteraron los puntos destacados en nuestras observaciones de amicus curiae. Esperamos que la Sala dicte una orden de reparación que tenga en cuenta las dimensiones interseccionales y de género de los daños sufridos por las víctimas de los crímenes objeto de la condena y dé asimismo prioridad a las personas más vulnerables.