El Sahel: Lo que debe cambiar: sociedad civil se une para impulsar nuevo programa para la paz

13/04/2021
Comunicado
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Bamako/Niamey/Uagadugú, 13 de abril de 2021 – Alrededor de 50 organizaciones de la sociedad civil de la región del Sahel y de la comunidad internacional en general se han unido por primera vez para apoyar un informe histórico publicado hoy por la Coalición Ciudadana para el Sahel, que presenta una nueva estrategia para lograr la paz en la región tras ocho años de conflicto.
El Sahel: What needs to change” -El Sahel: Lo que debe cambiar– nuevo informe de la Coalición Ciudadana para el Sahel

Según el reciente análisis del informe [Sahel: What Needs to Change – Towards a new people-centred approach El Sahel: Lo que debe cambiar – Hacia un nuevo enfoque centrado en las personas], las amenazas a civiles han aumentado constantemente en la región a pesar de los esfuerzos internacionales liderados por Francia que se llevan a cabo desde 2013 para detener el avance de grupos yihadistas en todo el Sahel (especialmente en Malí, Burkina Faso y Níger).

 La tasa de ataques extremistas se ha quintuplicado desde 2016, con más de mil perpetrados en 2020.
 Más de 2400 mujeres, hombres, niños y niñas murieron en ataques de grupos armados y en operaciones antiterroristas en 2020, el año más sangriento del que se tiene constancia, lo que supone un incremento de siete veces desde 2017.
 El año pasado, las fuerzas de seguridad del Sahel mataron o hirieron a más civiles que los grupos yihadistas. Tan solo en las últimas cuatro semanas se ha detenido a un número no indicado de soldados chadianos en Níger por la violación de varias víctimas civiles (entre otras, una niña de 11 años) cuya protección era precisamente el objeto de su despliegue a la zona; un informe de las Naciones Unidas ha documentado la muerte de 19 civiles en un ataque aéreo francés en Bounti (Malí), en enero de 2021, y más de 200 civiles murieron en el curso de una semana debido a ataques a poblaciones de regiones fronterizas de Níger.
 Casi 2 millones de personas (entre ellas, alrededor de 1,2 millones de niños y niñas) se han visto obligados a huir de sus hogares desde 2018 debido a la violencia.
 Actualmente, cerca de 15 millones de personas necesitan ayuda urgente, lo que supone un incremento del 60 % solo en el último año.

Este nuevo informe recomienda un cambio radical del enfoque actual, fundamentalmente antiterrorista y militarista, para dar prioridad a la protección de la población civil, al diálogo entre todas las partes en el conflicto, la lucha contra la corrupción, la mejora del acceso a la ayuda y el fin de la impunidad. Se proponen indicadores específicos sujetos a plazos concretos para medir y promover los avances realizados en cada ámbito durante un periodo de 6 a 12 meses.

El informe cuenta con el respaldo de una coalición sin precedentes formada por 48 organizaciones del Sahel, África Occidental e internacionales, que reúne a grupos locales (como el Centro Diocesano de Comunicación de Burkina Faso, la Asociación Maliense de Derechos Humanos o la Red Panafricana por la Paz, la Democracia y el Desarrollo de Níger), grupos de reflexión de África Occidental (como la Red Africana del Sector de Seguridad, AfrikaJom o Wathi), grupos internacionales de derechos humanos (Human Rights Watch, la FIDH), organizaciones para la construcción de la paz (CIVIC) y ONG humanitarias (CARE, Médicos del Mundo, el NRC, Oxfam).

Declaraciones de portavoces de la Coalición Ciudadana para el Sahel

La Dra. Niagalé Bagayoko, presidenta de la Red Africana del Sector de Seguridad, indicó que en febrero, en Yamena (Chad), se elogió con razón a los jefes de Estado del Sahel y al presidente Macron por pedir un “resurgimiento civil y político”, después de haber seguido durante años una estrategia exclusivamente militar. Recordó asimismo que la experiencia de Afganistán, Iraq, Somalia y Nigeria muestra que las campañas antiterroristas que no dan prioridad a la protección de la población civil no consiguen la estabilidad.
Este nuevo informe plantea propuestas concretas bien fundamentadas para proteger mejor a la población civil y abordar las causas esenciales de la inestabilidad en el Sahel, entre ellas, la gobernanza.

Por su parte, el profesor Abdoulaye Bathily (Senegal), historiador, exministro, antiguo Representante Especial Adjunto del Secretario General de las Naciones Unidas para Malí, declaró que el extremismo en el Sahel supone una auténtica amenaza para África, Francia, Europa y el resto del mundo, pero que la idea de que simplemente se puede disparar o bombardear a los extremistas hasta que se sometan no tiene nada que ver con los problemas de gobernanza que alimentan la crisis. El hecho de que el año pasado hayan muerto más civiles en el Sahel a manos de quienes supuestamente se ocupan de su protección frente a los ataques yihadistas que a manos de los propios yihadistas es el aliciente para el reclutamiento más eficaz al que podrían aspirar los grupos extremistas.

Afirmó también que para derrotar el extremismo es necesario un diálogo multipartidista que incluya a los grupos de mujeres y a la sociedad civil. Exige asimismo una sólida gobernanza basada en la defensa de los derechos humanos, la democracia, la justicia, la distribución equitativa de los recursos económicos y la lucha contra la corrupción.

Añadió que, si Francia y otros socios internacionales pudieran colaborar con los Gobiernos del Sahel y trabajar en coordinación con la Unión Africana hacia estos objetivos y aplicar las recomendaciones de la Coalición Ciudadana, la estabilización de la región sería posible.

Assitan Diallo, presidenta de la Asociación de Mujeres Africanas para la Investigación y el Desarrollo (AFARD, Malí), afirmó que “cuando un tambor comienza a sonar con fuerza, es el momento de parar o ver cómo se rompe en pedazos. En el Sahel estamos viviendo en un contexto infernal. La población civil no solo son víctimas que rescatar, sino que son también parte de la solución. Concluyó que por este motivo se debe escuchar a la sociedad civil saheliana. Los jefes de Estado han reconocido que el enfoque militar por sí solo no funciona, y que es necesario aplicar el nuevo enfoque propuesto.”

La Coalición Ciudadana para el Sahel es una alianza informal de varias decenas de organizaciones de la sociedad civil del Sahel y África Occidental, que cuenta con el apoyo de diversas ONG internacionales. Su objetivo es promover y convencer a los gobiernos de que adopten un nuevo enfoque en el Sahel para proteger a la población civil de forma más eficaz. La Coalición Ciudadana se puso en marcha en julio de 2020, con la publicación de los Pilares del Pueblo, cuatro prioridades que la Coalición Ciudadana considera que deberían guiar cualquier respuesta a la crisis en el Sahel.

Para más información sobre la Coalición Ciudadana para el Sahel, consulte este enlace: www.sahelpeoplescoalition.org/home.

Principales recomendaciones del informe El Sahel: Lo que debe cambiar, de la Coalición Ciudadana.
1. Hacer de la protección de la población civil una prioridad de la respuesta a la crisis en el Sahel.
• Lograr que la protección de la población civil, y no solo la lucha contra el terrorismo, sea un elemento fundamental del mandato de todas las operaciones militares llevadas a cabo por los Estados del Sahel.
• Medir sistemáticamente el impacto de las operaciones militares en la población civil e informar de ello en declaraciones públicas.
• Establecer mecanismos de seguimiento del daño causado a la población civil por todas las fuerzas activas en el Sahel.
• Extender la práctica del pago de indemnizaciones cuando se cause daños a la población civil.
2. Apoyar las estrategias políticas para abordar la crisis de gobernanza en el Sahel.
• Los Gobiernos de Malí, Burkina Faso y Níger deben iniciar y aplicar o profundizar el diálogo político con todas las partes en el conflicto y la sociedad civil, especialmente las mujeres y la juventud, en el ámbito nacional y local, con el apoyo público de los socios internacionales.
• Sería positivo para las numerosas iniciativas locales de mediación y reconciliación ya existentes contar con una mejor coordinación para contribuir a una solución política integral de la crisis.
• Garantizar que los sectores de defensa y seguridad están rigurosamente sujetos a los principios de buena gestión del gasto público.
3. Responder a las emergencias humanitarias.
• Garantizar que la financiación de la respuesta humanitaria está a la altura de las necesidades, teniendo en cuenta las exigencias específicas de las mujeres y las niñas.
• Facilitar el acceso a la ayuda humanitaria, a los recursos especiales y a los servicios sociales básicos para las personas necesitadas sin discriminación.
4. Luchar contra la impunidad.
• Solo se puede romper el ciclo de violencia y restablecer la autoridad del Estado a través de una política de tolerancia cero ante los abusos cometidos por las fuerzas de defensa y seguridad y la milicia, entre ellos los actos de violencia sexual vinculados con el conflicto.
• Reforzar la capacidad y los recursos de los sistemas judiciales en el Sahel para garantizar que se realizan investigaciones justas e imparciales y se logra la rendición de cuentas por los abusos cometidos por los autores de todas las partes.
• Mejorar la protección de las personas defensoras de los derechos humanos.

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