Burundi: discurso de odio y elecciones de alto riesgo en plena pandemia

18/05/2020
Comunicado
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París - Nairobi – 18 de mayo de 2020. En vísperas de las elecciones presidenciales, legislativas y municipales que se celebrarán el 20 de mayo de 2020 en Burundi, la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y su organización miembro para Burundi, Iteka, la Liga Burundesa de Derechos Humanos, advierten del riesgo para la salud y de la posibilidad de que se produzca un estallido de violencia, ya que los incidentes y las detenciones han ido aumentando a lo largo de los últimos días, en el marco de una campaña electoral muy tensa. Dado que estas elecciones se celebrarán, una vez más, en un contexto prácticamente cerrado, pedimos a la comunidad internacional que redoble su vigilancia, que siga con atención esta situación de alto riesgo y que advierta a las autoridades de Burundi para que no se cometa ningún acto de violencia.

La campaña electoral en Burundi ha tenido lugar en plena pandemia internacional de covid-19, sin tener en cuenta unas normas de seguridad sanitaria adecuadas. Las manifestaciones políticas y las concentraciones públicas han atraído a grandes multitudes, aunque se han adoptado muy pocas medidas para evitar la propagación del virus en un país en el que los servicios de salud siguen siendo deficientes y están mal equipados.

La reciente decisión de las autoridades de Burundi de declarar a alguno de los miembros de la oficina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) persona non grata, entre ellos al representante de esta organización en el país, al que se le ha impuesto la obligación de abandonar el país antes del 15 de mayo de 2020, es una señal preocupante.

"El régimen burundés, aislado en el ámbito internacional, ha decidido celebrar elecciones a toda costa en medio de esta crisis de covid-19, con el riesgo consiguiente de que se produzca una explosión de la pandemia a escala regional. Teniendo en cuenta la tensión que ha dominado la campaña –llena de violencia y retórica incendiaria– el país corre el riesgo de sumirse en una serie de enfrentamientos mortales tan pronto como se conozcan los resultados"

afirmó Anschaire Nikoyagize, presidente de la Liga de Derechos Humanos de Burundi ITEKA.

En el período comprendido entre el 27 de abril y el 10 de mayo de 2020, Iteka documentó la muerte de 12 personas, entre ellas, asesinatos, tortura de seis personas, un caso de violencia sexual por razón de género, el secuestro de cuatro personas que continúan desaparecidas y la detención arbitraria de casi 90 personas. Esos actos fueron presuntamente cometidos en su mayoría por agentes de policía y del servicio de inteligencia y miembros de la Imbonerakure, la milicia del partido en el poder, el Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia – Fuerzas para la Defensa de la Democracia (CNDD-FDD). Al parecer, gran parte de las víctimas son miembros del principal partido de la oposición, el Consejo Nacional para la Libertad (CNL), que afirmó recientemente que, desde el inicio de la campaña, 200 de sus activistas han sido encarcelados. Se han producido enfrentamientos regulares entre activistas del CNL y del CNDD-FDD, que han provocado la muerte de varias personas muertas y heridas a otras muchas.

La campaña ha estado marcada por discursos de odio irresponsables e incitación a la violencia, lo que hace temer que se produzca una oleada a gran escala tan pronto como se anuncien los resultados el 4 de junio.

En las concentraciones públicas, los representantes de la administración pidieron a la milicia Imbonerakure que "expulsara" a los miembros del partido CNL en caso de que el partido en el poder ganara las elecciones. En el acto inaugural de la campaña electoral del partido presidencial, los miembros del partido ya habían cantado canciones con un contenido especialmente agresivo y amenazador contra los partidos y movimientos de la oposición.

La presencia de un gran número de representantes de la sociedad civil en el exilio, así como las recientes medidas de cuarentena impuestas por las autoridades a la llegada al país, hacen que la labor de observar las elecciones sea difícil, si no imposible, tanto a escala nacional y regional como internacional, por lo que se teme lo peor en relación al desarrollo del proceso electoral.

A la vista de este peligroso contexto, la FIDH e ITEKA piden a los partidos políticos y a los líderes que participan en el proceso que hagan muestra de moderación y se abstengan de promover cualquier discurso de odio que pueda hacer estallar una situación ya de por sí explosiva.

Nuestras organizaciones instan también a las autoridades de Burundi a adoptar todas las medidas que sean necesarias para proteger la salud y la vida de la ciudadanía durante el proceso electoral, a poner en libertad a los miembros de la oposición y al resto de personas detenidas y encarceladas arbitrariamente, y a llevar ante la justicia a los responsables de las violaciones cometidas en el contexto electoral.

Por último, pedimos a la comunidad internacional, y más concretamente a la Unión Africana, que siga de cerca la situación electoral en Burundi, así como la situación de salud, que adopte las medidas necesarias contra los responsables de las violaciones y de cualquier acto que socave la democracia en el marco electoral, y que, si es necesario, imponga sanciones individuales.

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