Africa - Antiterrorismo y derechos humanos : ¿ diez años de incompatibilidad?

Nunca antes ha estado tan presente la amenaza terrorista en Africa. Los atentados en Nairobi y Dar es Salam a 1998 hicieron temer que el continente africano pudiese ser el próximo campo de batalla del terrorismo internacional en el siglo XXI. Sin embargo, el pasado decenio no confirmó esta hipótesis. Fueron pocos los ataques en el continente, salvo los perpetrados por AlQaïda: Aqmi (Al-Qaïda en el Magreb islámico) en la zona sahariana y los de los Shebabs somalíes en Uganda. Es decir, los actos terroristas se limitaron a ciertas zonas y no se generalizaron en la zona subsahariana. Sin embargo el terrorismo sigue siendo un problema estratégico para Africa.

Los líderes de la campaña internacional de lucha contra el terrorismo -en primer lugar los Estados Unidos- estiman que esta zona del mundo es un terreno fértil para reclutar terroristas, un posible refugio, un lugar seguro para adquirir armas ilícitas y un terreno privilegiado para transacciones financieras opacas vinculadas a las actividades terroristas. Recientemente Africa, y en particular el Africa sahariana, ha llegado a ser zona de atentados (Niger, Mali, Uganda) principalmente dirigidos contra los intereses occidentales en Africa. Aqmi reinvindica su conocida estrategia de atacar los intereses franceses en Africa ; es hoy un protagonista importante en los circuitos criminales y mafiosos del Africa occidental. Su implicacón en el tráfico de drogas y de seres humanos con destino a Europa unido al hecho de que estos estados dificilmente pueden ejercer su soberanía en las zonas desérticas explican en parte por qué esta organización se ha implantado en la región (Mali, Mauretania, Niger,etc.) El secuestro de extranjeros contribuye al logro de sus objetivos políticos y representa un importante financiamiento adicional en toda la zona.

En la zona oriental del continente, en Somalia, los grupos islamistas radicales, agrupados bajo la denominación de Shebab, reivindicaron el atentado con bombas del 11 de Julio de 2010 donde murieron 76 personas . Los Shebab controlan en centro sur de Somalia mientras la autoridad del gobierno somalí se limita a Mogadicio y éste sobrevive gracias a una fuerza de paz africana (Amisom) compuesta de 9000 militares de Uganda y Burundi. Como represalia por este apoyo, los Shebab han amenazado más de una vez con realizar atentados en los dos paises.

Bajo presión diplomática, polîtica y económica de la comunidad internacional, y a veces por oportunismo en la materia, los estados subsaharianos han ratificado masivamente los convenios internacionales y regionales sobre la lucha contra el terrorismo, y en particular la Convención de la Organización de la Unidad Africana sobre la prevención y la lucha contra el terrorismo y sólo faltan cinco ratificaciones para la entrada en vigor de su Protocolo. Además, muchos estados han incorporado sus disposiciones sobre la lucha contra el terrorismo en su legislación nacional.

Ahora bien, el análisis del marco jurîdico regional y de las legislaciones nacionales ha mostrado el potencial liberticida de ciertas disposiciones. En algunos paises africanos se tiende a aprobar leyes donde se define el acto terrorista de manera particularmente imprecisa. (en particular en Burundi, Tanzania, Uganda, Nigeria, Sudán, Zimbabwe, Swazilandia). Estas definiciones ambiguas pudieran utilizarse para criminalizar el ejercicio legítimo de libertades fundamentales tales como la libertad de asociación y de expresión, la oposición pacífica política o social y otras actividades lîcitas.

Además, algunos estados africanos aun no han integrado en su legislación las disposiciones de los instrumentos internacionales vinculantes que protegen los derechos humanos en el ámbito de la detención y la tortura. Otros, aunque sí han incorporado estas disposiciones en su legislación, no las respetan cuando se trata de la lucha contra el terrorismo. En otros paises se han aprobado, so pretexto de combatir el terrorismo, leyes contrarias al derecho internacional sobre derechos humanos (en particular Mauritania, Zambia, la Tanzania, Uganda, la Isla Mauricio). Y en muchos otros paises los asuntos de terrorismo son competencia de tribunales especiales o miitares, en flagrante contradicción con el principio de la independencia e imparcialidad de los jueces (especialmente en Zimbabwe).

En Africa subsahariana observamos, entre otras, una tendencia a criminalizar con severidad la « apologîa » del terrorismo asî como la publicación de informaciones que pudieran resultar útiles para cometer actos terroristas. La ausencia de definición de « la apología », unida a la inprecisa definición del acto terrorista, representan un riesgo evidente de violación del derecho de lbertad de expresión y de información. (Africa del Sur, Zimbabwe, Uganda)

Como las Naciones Unidas y la Unión Europea, los paises africanos, en sus organizaciones regionales o en forma independiente, han establecido listas de presuntos terroristas o de grupos terroristas. La creación de estos ficheros y la imposibilidad de impugnar la inclusión de una persona u organización en ellos son ya son de dudosa legitimidad en lo que respecta a los derechos humanos. Ahora bien, su amplia difusión es un grave atentado a la presunción de inocencia. (Nigeria, Mali)

Para más información:

Afrique : Violations des droits de l’Homme en Afrique subsaharienne au motif de la lutte contre le terrorisme : une situation à hauts risques (2008)
http://www.fidh.org/Violations-des-droits-de-l-Homme-en-Afrique (en francés)

Africa : Human rights Violations in Sub-Saharan African Countries in the Name of Counter-Terrorism: A High Risks Situation (2008)
http://www.fidh.org/Human-rights-Violations-in-Sub-Saharan-African (en inglés)

Mauritanie : L’ affaire des « islamistes » : la torture au nom de la lutte « anti-terroriste» (2007)
http://www.fidh.org/La-torture-au-nom-de-la-lutte-anti-terroriste (en francés)

Mauritania : The Case of the “Islamists”, Torture in the name of the Fight Against Terrorism (2007)
http://www.fidh.org/The-Case-of-the-Islamists-Torture-in-the-name-of (en inglés)

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