En su 29.º periodo de sesiones, celebrado del 15 de junio al 3 de julio de 2015, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDH), aprobó una resolución por la que se ampliaba por un año el mandato del Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos en Belarús (en inglés), debido a la proximidad de las elecciones presidenciales de noviembre de 2015. Con esta medida, un amplio grupo de Estados miembros del CDH, de todas las regiones, expresó su rechazo al discurso sobre la denominada "normalización" de Belarús. Reafirmaron también la necesidad de que la comunidad internacional supervise la situación del país (en inglés), que se caracteriza por "violaciones sistemáticas y sistémicas" de los derechos humanos, y de que proteja a los defensores y defensoras de los derechos humanos, a las organizaciones de la sociedad civil y a las voces independientes.
A pesar de la puesta en libertad de Ales Bialiatski, presidente de Viasna y vicepresidente de la FIDH, después de pasar tres años detenido de forma arbitraria, la situación de los derechos humanos en Belarús no ha mejorado. Su gravedad exige un estrecho y continuo escrutinio por parte del organismo principal de la ONU encargado de promover y proteger los derechos humanos. El CDH ha respondido a esta llamada de la FIDH y de otras ONG mediante la aprobación de esta resolución sobre Belarús.