Naciones Unidas: ¡Salven la reforma!

13/09/2005
Comunicado
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En vísperas de la apertura de una cumbre sin precedentes convocado por la iniciativa del Secretario general de las Naciones Unidas, la FIDH hace un llamado a la responsabilidad de los Estados sobre la salvaguardia de la reforma propuesta por Kofi Annan.

Las reglas y prácticas contenidas por la Carta de San Francisco deben ser adaptadas a la situación actual tomando en cuenta 60 años de historia internacional.

"La descolonización y la guerra fría, la caída del muro de Berlín, la globalización económica y el 11 de septiembre cambiaron el mundo" subraya Sidiki KABA, Presidente de la FIDH. Y añade: "Por esto la Organización de Naciones Unidas debe ser dotada imperativamente de medios nuevos para poder enfrentar las consecuencias de estos cambios: la FIDH apoya firmemente la visión ambiciosa y realista de Kofi Annan".

En el momento en que sus propuestas corren el riesgo de ser enterradas, la FIDH llama a los múltiples Estados que comparten su punto de vista a movilizarse contra el oscurantismo, el oportunismo la demagogia de un puñado de gobernantes que con su obstrucción -aun en detrimento del interés de sus pueblos- ponen en riesgo de acabar con los esfuerzos de todo un año de negociaciones.

El 16 de Septiembre de 2005, la FIDH espera que los Estados sean conscientes y participen de este momento histórico. La Corte penal internacional, ratificada por 99 Estados, y el Consejo de derechos humanos previsto para suceder a la Comisión, figuran dentro de las propuestas esenciales que buscan garantizar el respeto de los derechos humanos fundamentales, los cuales son igualmente los más coherentes con el objetivo universalmente proclamado de hacer respetar "todos los derechos humanos para todos". Y de cualquier forma, estas son las principales propuestas institucionales concretas para proteger el ser humano de las violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos: para la FIDH, oponerse a ellas equivale a firmar a favor del crimen, ya sea singular o masivo, cometido por agentes del Estado, grupos de oposición armados, grupos criminales o actores económicos.

La esperanza de lograr un mundo "libre del terror y la miseria", expresado en 1948 por les redactores de la Declaración Universal de derechos humanos, es hoy más que nunca universal.

"Nosotros, los pueblos..." en nombre de quienes fue proclamada la Carta de San Francisco no tenemos derechos de voto en la Cumbre de su sexagésimo aniversario; por eso mismo esperamos que los Estados representen la aspiración y el interés de sus pueblos por los derechos indivisibles al "desarrollo, a la seguridad y a las libertades" responsablemente.

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