En ese documento nuestras organizaciones acogen con satisfacción la aplicación de un procedimiento "excepcional" de regularización de migrantes indocumentados, pero expresa su preocupación por las recientes detenciones en masa. "Marruecos ha emprendido una importante labor, pero los recientes acontecimientos nos hace dudar del futuro de esta política. Hacemos un llamamiento a las autoridades para que sigan adelante con estas reformas. Cualquier violación a la nueva política o un retroceso constituirían un fracaso importante," declaró Karim Lahidji, presidente de la FIDH.
Tras un inicio un tanto accidentado, caracterizado por las incoherencias en el tratamiento de las solicitudes por parte de diferentes servicios y por unos estrictos de criterios de admisibilidad, se han beneficiado de esta política unas 18 000 personas de diferentes nacionalidades, entre más de 27 000 solicitudes. La creación en junio de 2014 de una junta de apelaciones, la Commission de suivi et de recours, constituyó un punto de inflexión en esta política, sobre todo con la regularización de la situación de 5 060 mujeres, además de la de líderes de organizaciones de derechos de los migrantes.
Estas personas recibieron una tarjeta de residencia de un año que, según anunció por el Gobierno en febrero de 2015, se renovará automáticamente a su vencimiento. "Hacemos por tanto un llamamiento al Gobierno para que regularice la situación de alrededor de otras 9 000 personas que presentaron su solicitud antes del final del plazo establecido," manifestó Hicham Rachidi, secretario general de GADEM.
El 9 de febrero de 2015, el Ministro del Interior anunció la finalización del "programa especial," pero muchas preguntas continúan sin respuesta. ¿Qué ocurrirá con las personas que solicitaron los documentos de residencia antes de la fecha límite y cuyos papeles no habían sido aún procesados cuando se realizó el anuncio? En cuanto al procedimiento de apelación, la actividad de la Commission de Suivi et de Recours ha estado paralizada desde el mes de julio de 2014. ¿Se le autorizará continuar tratando las solicitudes rechazadas en primera instancia?
Existen muchas señales preocupantes de que la política de migración marroquí está dando marcha atrás para adoptar un enfoque centrado en la seguridad. El final de la operación de regularización se vio marcado por detención masiva de migrantes, especialmente en el bosque de Gurugú, cercano a la ciudad de Melilla. Según las investigaciones que llevó a cabo el GADEM y el colectivo de comunidades subsaharianas (Collectif des communautés subsahariennes au Maroc, CCSM), entre las 800 personas detenidas hay menores, solicitantes de asilo, una mujer embarazada y personas que solicitaron la regularización en el plazo indicado pero que no obtuvieron respuesta del tribunal de primera instancia.
Al mismo tiempo, Marruecos y la UE reanudaron las negociaciones para lograr un acuerdo sobre la readmisión de migrantes. El acuerdo permitirá que sea más fácil devolver a migrantes indocumentados de nacionalidad marroquí o que hayan transitado por Marruecos. España ya adoptó una ley en diciembre de 2014 que autorizaba a la policía y a la Guardia Civil a devolver a los migrantes que crucen ilegalmente la frontera marroquí por Ceuta y Melilla, lo que constituye una vulneración del derecho internacional, concretamente del derecho a obtener asilo y del principio de no devolución. "Marruecos debe dejar de intentar actuar como si fuese la policía de Europa y tiene que poner fin a su planteamiento de la migración basado en la seguridad. Esta política dificulta la integración de los migrantes en la sociedad, en vez de facilitarla," destacó Amina Bouayach, secretaria general de la FIDH. "Los esfuerzos deben centrarse en aplicar la estrategia para la integración de los migrantes y refugiados."
Descargar el informe Maroc: Entre rafles et régularisations, bilan d’une politique migratoire indécise [Marruecos: Entre redadas y regularizaciones, balance de una vacilante política migratoria], en francés únicamente.