Marruecos: las reformas de la justicia deben concretarse y traducirse en acciones

Comunicado de prensa

Marrakech, 25 de noviembre de 2014 – Las reformas judiciales iniciadas por las autoridades marroquíes desde 2011 son fundamentales, pero no pueden por sí solas proteger de manera eficaz los derechos humanos en el país, ha declarado hoy la FIDH, en el marco de la presentación en Marrakech de su informe de una misión de investigación(en francés) llevada a cabo en Marruecos en junio de 2014.

La FIDH constató con preocupación la represión que sufren las personas que protestan pública y pacíficamente contra ciertas políticas impuestas por las autoridades marroquíes. Además del empleo excesivo de la fuerza contra los manifestantes y las restricciones a la libertad de asociación que se han podido constatar estos últimos meses (recientemente, se han prohibido las manifestaciones y reuniones organizadas por la Asociación marroquí de Derechos Humanos (AMDH), Amnesty y la Liga marroquí por la Defensa de los Derechos Humanos), la FIDH denuncia el recurso a procedimientos judiciales injustos contra los activistas y las personas acusadas de atentar contra la seguridad del Estado.

"Voces contestatarias pacíficas, que sin embargo han contribuido a esta nueva dinámica de reformas, se ven asoladas y reprimidas por las autoridades marroquíes, en un clima de impunidad preocupante’’ , declaró Karim Lahidji, presidente de la FIDH, que organizó la misión de la FIDH en Marruecos.

En la misión, la FIDH también puso de relieve la falta preocupante de procedimientos judiciales penales eficaces, contra los responsables en casos de tortura y de malos tratos constatados estos dos últimos años, principalmente durante el arresto y la custodia de los sospechosos, manifestando opiniones a menudo disidentes. La ausencia de un abogado durante este período crucial de la custodia policía y de los interrogatorios constituye uno de los orígenes de estas violaciones de los derechos humanos.

Las condiciones de encarcelamiento también suscitan grandes preocupaciones. Los terribles datos recabados en la visita de la FIDH a cuatro prisiones (Okasha en Casablanca, Salé 1, Salé, 2 y Laayoune) resultan representativos del conjunto de establecimientos penitenciarios de Marruecos: más del 50% de la población encarcelada marroquí se encuentra en arresto preventivo, y a menudo durante períodos superiores a la duración legal de un año.

El establecimiento de reformas en materia de justicia, con el fin de compensar ciertos de estos disfuncionamientos, no está regido por un calendario preciso, ni cuenta con un orden de prioridades. Como resultado, en la actualidad presenciamos un atasco parlamentario que ralentiza este proceso, que sin embargo es determinante para permitir a Marruecos cumplir con sus obligaciones internacionales en cuanto a protección de los derechos humanos. Asimismo, para que estas reformas sean eficaces, deben ir acompañadas de compromisos y de decisiones políticas firmes, para proteger las libertades públicas y sancionar a los responsables de violaciones de los derechos humanos.

Mientras que Marruecos es esta semana el lugar de celebración del segundo Foro Mundial de Derechos Humanos, la FIDH pide a las autoridades marroquíes que apliquen urgentemente las disposiciones constitucionales y sus compromisos internacionales en materia de derechos humanos. « Este evento debería ser la ocasión de que las autoridades marroquíes pasen de las palabras a los actos » declaró Karim Lahidji.

Por más información sobre los derechos humanos en Marruecos ver nuestro Documento de Posición aquí debajo:

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