Iraq: El Consejo de Seguridad de la ONU debe actuar sin demora para impedir que se cometan más atrocidades contras las minorías

El Consejo de Seguridad de la ONU debería actuar rápidamente para proteger a la comunidad yazidí del norte de Iraq e impedir que el Estado Islámico en Iraq y de Levante (ISIL, por sus siglas en inglés) y los grupos terroristas afiliados a él sigan cometiendo abusos contra esta comunidad, así como para frenar el avance del llamado "Estado Islámico" en Iraq y en otros países limítrofes como Siria y el Líbano. Anteriormente, el 11 de agosto de 2014, el Consejo de Seguridad había adoptado por unanimidad una resolución en la que condenaba la opresión a la que son sometidas las minorías en Iraq y advertía de que tales actos podían constituir "crímenes contra la humanidad."

Se cree que al menos 150.000 yazidíes, miembros de una minoría religiosa iraquí, han huido de sus hogares tras los ataques perpetrados por el ISIL contra ciudades cercanas. Estos refugiados están acampados en las montañas de Sinjar, sin poder hacer frente a sus necesidades básicas tales como refugio, alimentos y agua. Entre esta gran cantidad de personas desplazadas se encuentran, además de los yazidíes, miembros de otras minorías como cristianos, turcomanos y chabaquíes.

" ¡La comunidad internacional y el Gobierno de Iraq deben actuar ya para proteger a estas poblaciones de ser sometidas a más actos bárbaros! Se necesitan medidas inmediatas para garantizar la protección efectiva de la población civil y para que la ayuda humanitaria llegue a todas las personas desplazadas ,” declaró Karim Lahidji, presidente de la FIDH.

El Asesor Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Prevención del Genocidio, Adama Dieng, así como la Asesora Especial sobre la responsabilidad de proteger, Jennifer Welsh, condenaron en los más enérgicos términos la ejecución de unas quinientas personas de la comunidad yazidí perpetrada por el ISIL en Sinjar y en las zonas cercanas.
Expresaron igualmente su preocupación ante las noticias recibidas del secuestro de unas mil quinientas mujeres y niñas yazidíes, cristianas y chabaquíes y añadieron que tales actos constituyen graves violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario y pueden suponer crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y, potencialmente, genocidio.

Teniendo en cuenta la advertencia de la ONU sobre el genocidio y la limpieza ética de las minorías en Iraq, la FIDH insta al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas a que convoque inmediatamente un período extraordinario de sesiones con vistas a adoptar una resolución que condene los abusos cometidos y que pida a la comunidad internacional y al Gobierno iraquí que actúen de manera inmediata para garantizar la protección de todas las minorías religiosas amenazadas en el país.

A pesar de las dificultades extremas a las que se enfrentan las organizaciones de derechos humanos que trabajan en Iraq, la comunidad internacional ya dispone de información significativa para transmitirla a los diferentes mecanismos de las Naciones Unidas y pedir que el Consejo de Derechos Humanos adopte una resolución enérgica," afirmó Karim Lahidji, presidente de la FIDH. La resolución debería asimismo realizar un llamamiento a la Oficina del Alto Comisionado para que lleve a cabo una investigación exhaustiva sobre las supuestas violaciones y abusos de los derechos humanos cometidos, incluidos los asesinatos extrajudiciales, tortura y malos tratos, violaciones y violencia y esclavitud sexual.

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