La resolución aprobada por el Parlamento Europeo el 15 de enero de 2015 refleja así la grave preocupación expresada por la FIDH y pide la puesta en libertad inmediata e incondicional de todos los presos y presas de conciencia, defensores y defensoras de los derechos humanos y de todas las personas detenidas por su supuesta pertenencia a los Hermanos Musulmanes. Insta asimismo a Egipto a que ratifique el Estatuto de Roma y que se adhiera a la CPI, y pide a la UE que establezca una amplia prohibición de exportación de material tecnológico de vigilancia que pueda utilizarse como instrumento de represión.
La resolución retoma diversas recomendaciones de la FIDH sobre la vertiginosa degradación de los derechos fundamentales en Egipto. La FIDH se ha movilizado y ha llevado a cabo labores de promoción en relación a casos de defensores y defensoras de los derechos humanos, concretamente de Alaa Abdul Fattah y de las defensoras de los derechos de las mujeres Yara Sallam y Sana Seif, a través del Observatorio , así como de los miembros de la comunidad LGBT criminalizada por la ley sobre libertinaje.
Huelga decir que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Egipto no admite lo que califica como acusaciones falsas y rechaza la resolución. La FIDH permanece alerta y ha publicado el siguiente informe: El cuarto aniversario de la "Revolución" marca un declive alarmante en materia de derechos humanos.