Bangkok, 3 ago (EFE).- El borrador de Constitución propuesto en Tailandia, que será votado en referendo este domingo, podría generar una mayor inestabilidad política, denunció hoy la Federación Internacional para los Derechos Humanos (FIDH).

Unos 50 millones de tailandeses están llamados a las urnas este fin de semana para aceptar o rechazar la propuesta de Carta Magna, escrita por un comité de 21 miembros elegido por la junta militar que rige Tailandia desde el golpe de Estado de mayo de 2014.

En un informe titulado: "Barricada a la democracia: represión militar y el borrador para la Constitución de Tailandia", la FIDH resalta el ambiente opresivo durante el proceso de escritura del proyecto a ley fundamental y analiza las provisiones más polémicas incluidas en el texto.

Conforme al análisis, la organización garante de los derechos humanos concluye que si el borrador logra la aprobación popular la Constitución sancionada podría generar una mayor inestabilidad política ya que concede mayores poderes a instituciones no democráticas elegidas por la junta militar.

Uno de los puntos más controvertidos del texto es permitir a la junta militar la elección de todos los asientos del Senado durante los próximos cinco años.

La Cámara Baja sería crucial para sancionar leyes y tendría el poder de nombrar a los miembros de importantes cuerpos del Estado como el Tribunal Constitucional o la Comisión Anticorrupción, entre otros.

"La manipulación durante el proceso de redacción de la Constitución se refleja en un documento que legitima la influencia de las élites militares y cuerpos no electos sobre el sistema político de Tailandia", señala Karim Lahidji, presidente de FIDH, en un comunicado que acompaña al informe.

El gobierno del general Prayut Chan-ocha ha reprimido con dureza desde la asonada a la oposición política y los civiles disidentes con su Administración.

Los militares, quienes reivindicaron el golpe de Estado como único camino para alcanzar la reconciliación nacional tras más de una década de conflictos políticos, detuvo a unas 80 personas por criticar públicamente el borrador y reclamar el "no" en el plebiscito.

Las autoridades también han bloqueado la celebración de seminarios y paneles discusión sobre el contenido de la propuesta de Carta Magna.

Por otro lado, la Comisión Electoral ha movilizado recursos considerables para promocionar el texto.

"La mano dura para silenciar a los críticos con el borrador tiene como resultado una votación con cero credibilidad en caso de que el proyecto sea aprobado", señala Lahidji.

Para Jaturong Boonyarattanasoontorn, director del grupo Unión Civil para las Libertades, los militares han creado una situación durante la votación en la que siempre salen ganando.

"Si el borrador es aceptado, la junta militar utilizará su legitimidad para influenciar la política. Si es rechazado, servirá de excusa para mantenerse en el poder y retrasar el regreso de un gobierno democrático", sentencia.

Desde el fin de la monarquía absolutista, en 1932, el país ha sancionado 19 constituciones, con una duración media de 4 años y medio por cada Carta Magna promulgada. EFE