HRC48: La sociedad civil presenta las principales conclusiones del Consejo de Derechos Humanos

20/10/2021
Comunicado
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14 organizaciones de la sociedad civil presentaron las principales conclusiones del 48.º periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en una declaración conjunta realizada el 11 de octubre de 2021. Esta declaración también pone de manifiesto las oportunidades perdidas para abordar cuestiones y situaciones clave.
En el Consejo se presentó una versión abreviada. La versión escrita completa se encuentra más adelante.

En el Día Internacional del Aborto Seguro, 372 organizaciones exigieron un aborto libre, seguro y accesible para todas las personas.

Acogemos con satisfacción la adopción de la resolución sobre la creación de la Relatoría Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos y el cambio climático, que se centrará en la interdependencia entre los derechos humanos, un medio ambiente sano y la lucha contra el cambio climático, y nos congratulamos asimismo del reconocimiento histórico por parte del Consejo del derecho humano a un medio ambiente limpio, sano y sostenible. Se trata de pasos vitales para abordar la crisis climática y lograr la justicia medioambiental.

Es fundamental garantizar un entorno seguro y propicio para la participación de la sociedad civil en ámbito nacional e internacional.

Acogemos con satisfacción la adopción por consenso de la resolución sobre la cooperación con la ONU en el ámbito de los derechos humanos, en particular la invitación para que el Secretario General presente su informe anual sobre represalias a la Asamblea General, lo que garantizará que se preste una mayor atención a esta cuestión y contribuirá a que la respuesta por parte de todo el sistema de la ONU sea más coherente.

Expresamos nuestra preocupación por la reclasificación de las declaraciones escritas de las ONG presentadas en el 48.ª periodo de sesiones del CDH, que han pasado del punto 4 del orden del día al punto 3 sin informar ni consultar a las organizaciones que las presentaron, y sin transparencia en cuanto a las razones o el alcance de esta reclasificación.

Acogemos con satisfacción el hecho de que la resolución sobre la participación equitativa en la política y los asuntos públicos centre la atención en el contexto de las elecciones y el impacto del COVID-19, subrayando la importancia de proteger la participación de la sociedad civil en todos los niveles en el marco de una respuesta eficaz a la pandemia, en la recuperación pospandemia y como un elemento fundamental de los procesos electorales democráticos. Lamentamos que, en esta y otras resoluciones, se haya producido un rechazo sistemático a la incorporación de referencias al derecho de los niños y las niñas a participar en los asuntos públicos, en particular de las niñas, en contra de lo dispuesto por las normas internacionales de derechos humanos.

También acogemos con satisfacción la resolución sobre la privacidad en la era digital. Entre otras cuestiones, la resolución responde a las recientes informaciones desveladas sobre Pegasus e incorpora nuevos compromisos sobre el uso de las herramientas de vigilancia desarrolladas por empresas privadas contra periodistas y personas defensoras de los derechos humanos. En estos momentos, es esencial que el Consejo vaya más lejos y defienda el llamado realizado por varias personas expertas en derechos humanos de la ONU para que se aplique una moratoria mundial a la venta, exportación, transferencia y uso de tecnología de vigilancia privada sin las debidas garantías de derechos humanos. Acogemos con satisfacción también la nueva redacción del texto sobre las violaciones y abusos de la privacidad derivados de las tecnologías nuevas y emergentes, entre ellas, las de identificación y reconocimiento biométrico. En futuras iteraciones del texto, animamos al grupo a ir más lejos y pedir la prohibición de las tecnologías cuyo funcionamiento no es posible que se ajuste a las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.

Nos congratulamos de la retirada de la resolución sobre la realización de una "vida mejor", al constatar que el mandato y los recursos del Consejo no se desviarán para dedicarlos a cuestiones que lo aparten de su trabajo principal o diluyan las normas de derechos humanos.

Lamentamos que no haya sido posible programar la sesión informativa de la Comisión de Consolidación de la Paz con arreglo a la resolución 45/31 y esperamos que en el futuro haya oportunidades de intercambio entre el CDH y la Comisión, a fin de promover el aprendizaje mutuo, en el marco del esfuerzo por abordar los desafíos contemporáneos comunes.

Lamentamos el abandono del pueblo yemení por parte de los Estados miembros del CDH que no apoyaron la renovación del Grupo de Expertos Eminentes sobre Yemen. Este fracaso del CDH da luz verde a todas las partes del conflicto para continuar con su campaña de muerte y destrucción en Yemen. Exigimos la instauración de un mecanismo internacional de investigación penal ya que cualquier otra cosa resulta inaceptable.

Lamentamos que el CDH no haya respondido a los llamados de la sociedad civil y a las pruebas de las violaciones generalizadas que se producen en países como China, Egipto y Arabia Saudí, donde manifiestamente las situaciones justifican el establecimiento de mecanismos internacionales de investigación y rendición de cuentas.

La creación de una Relatoría Especial sobre la situación de los derechos humanos en Afganistán, con el apoyo de más personas expertas dedicadas en la ACNUDH, debería aportar un escrutinio muy necesario. Aunque resulta decepcionante que el Consejo no haya establecido el mecanismo de investigación y supervisión completo que exige la situación, esperamos que esta decisión sea un primer paso hacia una respuesta más firme que garantice la rendición de cuentas por las violaciones de los derechos humanos y los delitos de derecho internacional en Afganistán.

Aunque acogemos con satisfacción la ampliación del escrutinio internacional en Burundi, incluso mediante la labor de documentación continua de las violaciones, lamentamos la falta de una estrategia clara después de la Comisión de Investigación. Dado que el gobierno de Burundi sigue rechazando la cooperación con el Consejo y sus mecanismos y negando las violaciones y, teniendo en cuenta que la recién creada Relatoría Especial no tendrá acceso al país en un futuro previsible, es vital que el Consejo parta de algunos puntos de referencia para diseñar los próximos pasos de su acción y compromiso con Burundi. Agradecemos al Comité de Investigación la importante labor realizada desde 2016, que ha puesto el listón muy alto para los mecanismos de investigación.

Acogemos con satisfacción la ampliación del mandato de la Relatoría Especial sobre la situación de los derechos humanos en Camboya con el mandato de proporcionar una actualización oral adicional al Consejo. Sin embargo, la resolución se queda corta en cuanto a las medidas mínimas necesarias para abordar de forma creíble la creciente regresión del espacio democrático y de los derechos civiles y políticos, así como para poner en marcha las medidas necesarias a fin de crear un entorno propicio para la celebración de elecciones libres, justas e inclusivas en 2022 y 2023, lo que incluye el mandato de mejorar la supervisión y la presentación de informes por parte del Alto Comisionado.

Transcurridos más de cuatro años después del inicio del conflicto en las regiones del noroeste y el suroeste de Camerún, lamentamos profundamente que, de nuevo, los Estados no hayan abordado conjuntamente la crisis de derechos humanos del país. Aunque otros organismos internacionales y regionales permanezcan en silencio, el Consejo tiene la responsabilidad de actuar, incluso mediante la creación de un mecanismo de investigación y rendición de cuentas.

Acogemos con satisfacción la renovación del mandato de la Misión de Investigación sobre Libia, pero lamentamos que únicamente se haya prorrogado por un periodo de 9 meses. La gravedad de las violaciones y los abusos actuales y pasados en Libia, entre ellos crímenes de guerra, exige la existencia de una Misión de Investigación con un mandato continuado y dotada de los recursos adecuados.

Acogemos con satisfacción una segunda declaración conjunta sobre Nicaragua, e instamos a los Estados interesados a que intensifiquen su acción colectiva ante el aumento de la represión antes de las elecciones del 7 de noviembre. En caso de que el Gobierno no de un giro en su actuación, es fundamental que el Consejo haga un balance y responda de forma adecuada y firme, incluso mediante el establecimiento de un mecanismo internacional en su 49.ª periodo de sesiones.

Acogemos con satisfacción las actualizaciones orales de la Alta Comisionada sobre Filipinas. Aunque el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos podría proporcionar un marco de mejora, nos sigue preocupando que su instrumentalización por parte del gobierno solo para complacer a la comunidad internacional. El mecanismo nacional de rendición de cuentas no muestra avances significativos. Seguimos instando al Consejo a que considere la posibilidad de crear una Comisión de Investigación sobre Filipinas, para iniciar por fin la tan esperada investigación independiente y transparente sobre las violaciones de los derechos humanos en el país.

Acogemos con satisfacción la firme resolución que prorroga el mandato del Experto Independiente sobre Somalia por un año más.

Aunque hay que reconocer los avances en materia de derechos humanos que se han producido desde 2019 en Sudán, este país sigue enfrentándose a importantes desafíos en materia de derechos humanos, como la amenaza de la militarización del Estado, que es también el peligro más grave para los derechos de las mujeres y las defensoras de los derechos humanos en Sudán. La transición no se ha completado y continúa habiendo incertidumbre política. En este contexto, la decisión del Consejo de interrumpir el seguimiento formal y la presentación de informes sobre Sudán es prematura, ya que el estamento militar continúa suponiendo una amenaza para la democracia y la estabilidad en el país. Instamos a las autoridades sudanesas a que cooperen plenamente con el sistema de derechos humanos de la ONU para hacer frente a las violaciones que se están produciendo, como la violencia sexual y de género, y al legado de 30 años de dictadura, incluida la impunidad de los delitos contemplados en el derecho internacional.

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  • Co-firmantes

    Firmantes:

    ARTICLE 19
    Association of Progressive Communications (APC)
    Cairo Institute for Human Rights Studies (CIHRS)
    Child Rights Connect (CRC)
    CIVICUS: World Alliance for Citizen Participation
    Commonwealth Human Rights Initiative (CHRI)
    DefendDefenders (East and Horn of Africa Human Rights Defenders Project)
    FORUM ASIA
    Franciscans International
    Gulf Center for Human Rights (GCHR)
    International Bar Association (IBA)
    International Commission of Jurists (ICJ)
    International Federation for Human Rights (FIDH)
    International Service for Human Rights (ISHR)


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