"Las detenciones arbitrarias de ayer confirman que Tailandia está gobernada por una brutal dictadura que no respeta los derechos humanos ni tolera la disidencia," afirmó el presidente de la FIDH, Karim Lahidji. "La comunidad internacional debe condenar enérgicamente esta campaña de represión."
El 22 de mayo, las autoridades detuvieron cerca de medio centenar de estudiantes y activistas a lo largo de tres manifestaciones pacíficas, celebradas por separado, contra el golpe de Estado de mayo de 2014, dos de ellas en Bangkok y una tercera en la ciudad de Khon Kaen, en el nordeste del país.
En Khon Kaen, las autoridades detuvieron a siete estudiantes pertenecientes al grupo Dao Din por manifestarse contra el golpe ante el Monumento a la Democracia de la misma ciudad. Las siete personas fueron detenidas, conducidas al campamento militar local Sri Phatcharin y acusadas en virtud de la Declaración 7/2557 de la junta, que prohíbe reuniones de más de cinco personas. Todos ellos han sido puestos en libertad condicional esta mañana.
En Bangkok, once miembros del Young People for Social Democracy Movement fueron detenidos brevemente a primeras horas de la tarde en la comisaría de policía de Chana Songkhram, tras intentar celebrar un foro político en el Memorial del 14 de Octubre.
Por la noche, miembros de la policía y hombres sin identificar vestidos de civil detuvieron al menos a treinta estudiantes que se habían reunido ante el Centro de Cultura y Arte de Bangkok (BACC) para conmemorar el primer aniversario del golpe de Estado de mayo de 2014. Muchos estudiantes fueron arrastrados a la fuerza hasta el interior del BACC, para ser posteriormente trasladados y detenidos en la comisaría de Pathumwan. Dos estudiantes heridos recibieron asistencia médica en hospitales cercanos. Todos los estudiantes detenidos fueron puestos en libertad sin cargos esta mañana.
"Mientras el general Prayuth repetía, en su discurso semanal televisado, que devolvería la felicidad a la gente, se detenía a docenas de estudiantes pacíficos que se estaban manifestando en Bangkok. Este hecho ilustra perfectamente el contraste entre las palabras vacías de la junta y sus acciones represivas," afirmó el presidente de la UCL, Chairman Jaturong Boonyarattanasoontorn.
La FIDH y la UCL instan a las autoridades a que pongan fin a las detenciones arbitrarias de manifestantes pacíficos. Ambas organizaciones piden igualmente a las autoridades que respeten el derecho a la libertad de expresión y de asamblea pacífica, de conformidad con las obligaciones de Tailandia en virtud del derecho internacional.