Declaración del presidente de la FIDH, Dimitris Christopoulos sobre los recientes acontecimientos en Cataluña
España se enfrenta a una grave crisis constitucional y de Estado, tal vez la peor desde el fallido golpe de Estado de 1981.
En realidad, esta crisis podía haberse evitado si se hubiera abordado de forma responsable. Sin embargo, la respuesta del presidente del Gobierno español a la demanda popular de celebrar un referéndum el 1 de octubre en Cataluña únicamente ha servido para acelerar y agravar esta crisis.
A pesar de que aún se debe determinar la responsabilidad de cada una de las partes, nos preocupan especialmente las grabaciones que sugieren que la policía ha hecho un uso excesivo y desproporcionado de la fuerza contra manifestantes en el marco de los enfrentamientos con las fuerzas del orden sobre el referéndum.
La brutalidad y la represión policial no son nunca el modo de manejar una crisis, ya que solo contribuyen a provocar una escalada de la tensión y conducen a una violencia política incontrolada. Se convierte así en una situación en la que todos pierden, España, Cataluña y Europa.
Instamos tanto a las autoridades catalanas como al Gobierno central español a que contribuyan a aliviar la tensión y a alcanzar una solución pacífica para la situación actual. El respeto por los derechos humanos, el Estado de derecho y el diálogo democrático son el único modo de avanzar. A pesar de que las fuerzas del orden puedan recurrir al uso de la fuerza en determinadas circunstancias, debe ser solo cuando el resto de los métodos resulten ineficaces y, aún en ese caso, se debe ejercer con moderación y debe ser proporcional a la gravedad del delito y a la finalidad que se pretende alcanzar. Los Gobiernos deben garantizar que el uso arbitrario o abusivo de la fuerza por parte de los agentes del orden se investigada y se persigue adecuadamente y se sanciona a los responsables.
Es imperativo que Madrid y Barcelona alcancen un compromiso. Aunque legítimamente podamos preguntarnos "¿quién puede desbloquear la situación actual?", únicamente un compromiso entre ambas partes puede contribuir a resolver esta crisis a tiempo, antes de que la situación se encuentre fuera de todo control democrático.