En el centro de Malí, víctimas y agresores conviven

AFP / Florent Vergnes

París-Dakar, 24 de noviembre de 2022. La Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH) publica un nuevo informe sobre las violaciones y los graves crímenes cometidos en el marco del conflicto contra la población civil en el centro de Malí entre junio de 2018 y junio de 2022. El informe revela la magnitud de los delitos cometidos, a veces con responsabilidad de las autoridades, y la lentitud de los procedimientos judiciales.

Ataques, ejecuciones sumarias, violencia sexual: en el centro de Malí, la población civil vive un infierno. En una conferencia de prensa celebrada en Dakar el 24 de noviembre de 2022, la FIDH hizo público su informe sobre las violaciones y crímenes cometidos en el centro de Malí, principalmente en las regiones de Ségou y Mopti. Este informe es el resultado de varias misiones de investigación realizadas en 2021 y 2022 en el centro del país y en Bamako, durante las cuales se entrevistó a cerca de 100 testigos y víctimas de estas violaciones.

El informe muestra hasta qué punto se ha enquistado la crisis de seguridad en el centro del país y se ha acelerado de forma preocupante desde principios de 2022. El informe también destaca la impunidad de los responsables de estas violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario en Malí. Los grupos de autodefensa comunitarios, los insurgentes yihadistas, pero también las fuerzas armadas malienses y sus socios internacionales del grupo paramilitar ruso Wagner siguen cometiendo graves crímenes, alimentando el ciclo de violencia en el país, en detrimento de la población maliense.

"La impunidad de los agresores multiplica por diez los riesgos para las víctimas, en un entorno de inseguridad generalizada. Ninguna nación, ningún pueblo, y menos aún un pueblo que ha sufrido tanto como el maliense, puede concebir la paz y la reconciliación sin un sistema de justicia sólido y justo, un sistema de justicia que luche realmente contra la impunidad",

Alice Mogwe, Presidenta de la FIDH.

Un año especialmente mortífero en 2022; un conflicto que ha durado 10 años

Particularmente mortífero, el año 2022 simboliza el estancamiento y el bloqueo en el que se encuentra el país, tras diez años de conflicto. Esta situación se extiende a la vecina Burkina Faso, pero también amenaza a los países del Golfo de Guinea. Ante esta situación, la FIDH ha formulado nuevas recomendaciones dirigidas a las autoridades malienses y al conjunto de la comunidad internacional, en particular a las Naciones Unidas y a la Unión Africana, para poner fin a la violencia y a las violaciones, reforzando la lucha contra la impunidad y el respeto del derecho internacional humanitario.

Este informe llega tras la publicación por parte de la FIDH del informe de investigación publicado en 2018, titulado "Malí central: poblaciones atrapadas en la trampa del terrorismo y el anti-terrorismo", que advertía a las autoridades malienses sobre el aumento de la violencia en el centro del país. Desde entonces, Malí ha vivido dos golpes de Estado sucesivos, en 2020 y 2021, que han supuesto una ruptura del orden constitucional y graves restricciones del espacio cívico y democrático en el que se violan los derechos y libertades fundamentales.

Lea el informe (en francés):

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