El informe, que tiene por título "Un vaso medio vacío: Los partidos políticos de Birmania y sus compromisos en materia de derechos humanos", es el primer estudio que se realiza sobre la actitud de los partidos políticos respecto a las cuestiones de derechos humanos.
"Los partidos políticos de Birmania tienen que cambiar de forma significativa sus políticas y sus prejuicios institucionales para mejorar la situación de los derechos humanos en el país. A menos que sitúen a los derechos humanos en el centro de su programa, Birmania/Myanmar permanecerá estancada en sus antiguos retos, independientemente del partido que gane las elecciones"
Entre las principales tendencias negativas, el informe indica que el 42% de los partidos políticos rechazaron asumir compromiso alguno para abordar la discriminación contra los musulmanes rohingyas. Más preocupante es el hecho de que los diferentes partidos suscriben la posición oficial del Gobierno, que niega la existencia de los rohingyas como uno de los grupos étnicos de Birmania. Además, al menos las tres cuartas partes de los partidos políticos se negaron a apoyar la modificación de la Ley de Ciudadanía de 1982 para otorgar a la población rohingya paridad en el acceso a los derechos de nacionalidad.
Asimismo han tenido un escaso apoyo por parte de los partidos las reacciones a favor de la revocación de la reciente legislación promulgada, engañosamente denominada "Leyes para la protección la raza y la religión" y otras leyes contrarias a las normas internacionales en materia de derechos humanos.
Por último, también se han mostrado sorprendentemente reacios a estudiar el papel del ejército en los asuntos parlamentarios y a recortar el abultado presupuesto militar.
Entre las conclusiones más alentadoras del informe cabe señalar que el 58% de los partidos políticos afirman estar a favor de que se establezca una comisión para la verdad y la reconciliación que aborde la cuestión de la rendición de cuentas por los crímenes cometidos en el pasado. Del mismo modo, han sido muy positivas las respuestas sobre la libertad en los medios de comunicación, la abolición de la pena de muerte y la ratificación de los instrumentos internacionales de derechos humanos.
El informe documenta asimismo la escasa disposición del Parlamento saliente a reconocer la existencia de deficiencias en la defensa de cuestiones fundamentales de derechos humanos. El Parlamento, controlado por el Partido Unión, Solidaridad y Desarrollo (USDP) y por diputados nombrados por los militares, no ha modificado ni derogado muchas de las opresivas leyes de Birmania. Los diputados también han bloqueado modificaciones constitucionales clave y han rechazado numerosas propuestas encaminadas a abordar importantes cuestiones relativas a los derechos humanos. En muchos casos, la legislación adoptada recientemente contenía disposiciones contrarias a las normas internacionales de derechos humanos. Otras leyes anteponían los derechos políticos y económicos a los intereses en materia de derechos humanos.
"El nuevo Parlamento debe romper de forma clara con el antiguo régimen y llevar a cabo un programa de auténticas reformas. El primer paso debería ser derogar las leyes que perpetúan la discriminación y la impunidad. Es clave que se realicen reformas legislativas e institucionales en línea con las normas internacionales de derechos humanos para garantizar la seguridad de las personas y un desarrollo socioeconómico sostenible"
Las numerosas recomendaciones del informe dirigidas a los diputados determinan un programa claro de medidas parlamentarias para abordar de forma concreta las cuestiones clave de Birmania en materia de derechos humanos.
Descargar el informe "Un vaso medio vacío: Los partidos políticos de Birmania y sus compromisos en materia de derechos humanos" (en inglés)