Federación Internacional
por los Derechos Humanos

La FIDH condena en los términos más enérgicos la actual represión de las protestas en Irán, desencadenada por la muerte cuando se encontraba bajo custodia policial de Mahsa Amini, una joven kurda, el pasado 16 de septiembre.

Según datos recopilados por nuestra organización miembro LDDHI, hasta el 22 de noviembre de 2022, las autoridades iraníes han matado al menos a 481 personas, entre ellas muchas mujeres y niños, y han detenido a miles de civiles en su implacable represión de las protestas y otros actos de desobediencia civil predominantemente de carácter pacífico. Al menos 28 manifestantes han sido objeto de acusaciones de delitos punibles con la muerte.

Instamos a las autoridades a que pongan fin a la represión violenta de las personas manifestantes, respeten los derechos de las mujeres y respondan a las demandas de la población de que se cumplan todos sus derechos políticos, sociales, económicos y culturales.

Al igual que en otras protestas callejeras a gran escala ocurridas en años anteriores en Irán, no se ha producido rendición de cuentas por el uso innecesario y desproporcionado de la fuerza por parte de las autoridades ni por las muertes, lesiones y detenciones arbitrarias de manifestantes. Las agresiones y detenciones de periodistas, abogados/as, estudiantes y activistas de la sociedad civil y de los derechos de las mujeres también se han llevado a cabo con impunidad.

Por este motivo pedimos al Consejo que establezca sin demora una misión internacional independiente de investigación encargada de investigar la muerte de Mahsa Amini y las graves violaciones de derechos humanos cometidas por las autoridades en respuesta a las protestas en curso, con el fin de que los responsables de estos actos rindan cuentas.

Nos solidarizamos con toda la población iraní que ha reclamado valientemente sus derechos frente a la opresión.