El Movimiento Mundial de Derechos Humanos

La FIDH (Federación Internacional por los Derechos Humanos) es una ONG internacional de defensa de los derechos humanos, que agrupa a 188 organizaciones nacionales de derechos humanos de 116 países. Desde 1922, la FIDH está comprometida con la defensa de todos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, según se definen en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Nuestra acción

Para la FIDH, la transformación de la sociedad corresponde fundamentalmente a los actores locales, por lo que su actividad tiene por objeto reforzar la capacidad de acción y la influencia de estos actores.

Actúa a escala regional, nacional e internacional en apoyo de sus organizaciones miembros y organizaciones colaboradoras para poner remedio a las situaciones de violaciones de los derechos humanos y consolidar los procesos de democratización. Su acción se dirige a los Estados y a otros actores que ejercen poder, tales como grupos armados de oposición y empresas multinacionales.

Los principales beneficiarios son las organizaciones nacionales de defensa de los derechos humanos adscritas a la FIDH y, por su intermediación, las víctimas de violaciones de los derechos humanos. La FIDH ha ampliado su campo de acción, que se extiende a organizaciones locales colaboradoras, y establece asimismo alianzas con otros actores del cambio.

UN MANDATO: LA PROTECCIÓN DE TODOS LOS DERECHOS

La FIDH es una ONG internacional que defiende todos los derechos, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, tal como están enunciados en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

UN COMPROMISO: LOS TRES PILARES DE SU ACCIÓN

Las acciones que lleva cabo la FIDH y sus organizaciones miembros y colaboradoras se basan en tres orientaciones estratégicas: la defensa de la libertad de acción de los defensores y defensoras de los derechos humanos, la defensa de la universalidad de los derechos y la lucha por la efectividad de los derechos.

UN PRINCIPIO: RESPONSABILIZAR A TODOS LOS ACTORES

Las acciones de la FIDH se dirigen a los Estados, principales garantes del respeto de los derechos humanos, así como también a actores no estatales como los grupos de oposición armados y las empresas multinacionales. Establece la responsabilidad penal internacional de quienes han cometido crímenes internacionales.

UNA ÉTICA: INDEPENDENCIA Y OBJETIVIDAD

Reconocida de utilidad pública en Francia, país donde tiene su sede, la FIDH es una organización no partidista, no confesional, apolítica y sin ánimo de lucro. Su independencia, conocimiento especializado y su objetividad garantizan su credibilidad. Actúa con total transparencia

UNA INTERACCIÓN: PRESENCIA LOCAL Y ACCIÓN MUNDIAL

Como Movimiento Federalista, la FIDH actúa en interacción con sus organizaciones miembros. Este vínculo único se refleja en acciones que lleva a cabo junto a sus organizaciones miembros a escala nacional, regional e internacional, para poner remedio a las situaciones de violaciones de los derechos humanos y consolidar los procesos de democratización. Así, la FIDH aúna experiencia y conocimiento del terreno con el dominio del derecho internacional, de los mecanismos de protección y de las instancias intergubernamentales. Este principio confiere a la FIDH una fuerte representatividad y legitimidad.

UN SISTEMA DE GOBERNANZA: UNIVERSALIDAD Y TRANSPARENCIA

La organización y el funcionamiento de la FIDH, que hacen partícipes a sus organizaciones miembros en el proceso de toma de decisiones, reflejan estos principios de gobernanza.

UN RECONOCIDO CONOCIMIENTO ESPECIALIZADO

La FIDH utiliza una amplia gama de medios de intervención que ya han demostrado su eficacia: reacciones urgentes públicas o confidenciales, misiones internacionales de investigación, de observación judicial y de defensa, diálogo político, promoción política, contenciosos, campañas de sensibilización. Se apoya en una red de responsables internacionales de misión que colaboran voluntariamente y favorece el intercambio de experiencias entre los defensores y defensoras de todo el mundo para reforzar la puesta en común de competencias. Somete sus acciones a una evaluación permanente para lograr mayor eficacia y adaptar así sus objetivos a corto, medio o largo plazo.

Nuestra historia

LOS GRANDES COMBATES DE LA FIDH DESDE 1922

  • 1922 - 1948

    En 1922 se crea la FIDH por iniciativa de una veintena de organizaciones nacionales, entre ellas las de Francia y Alemania. Así se constituyó la primera organización internacional de derechos humanos. Su lema: "Alcanzar la paz a través de los derechos humanos".

    En 1927 la FIDH hace un llamado a la comunidad internacional para que se apruebe una "Declaración Universal de Derechos Humanos" y, más tarde, para la creación de un Tribunal Penal Internacional permanente. Es la primera organización generalista que se compromete con la lucha por los derechos económicos y sociales. La FIDH participa en la lucha contra el nazismo. Su entonces presidente, Victor Basch, es asesinado por la Milicia Francesa en Lyon (Francia). René Cassin y Joseph-Paul Boncour, dos de los más destacados dirigentes de la organización, participan en la elaboración de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

  • 1949 - 1988

    Dispersa o en la clandestinidad durante la Segunda Guerra mundial, la FIDH se reconstituye en la posguerra y lleva a cabo su labor de protección de los derechos humanos. Durante este periodo se iniciaron las primeras misiones de investigación y de observación judicial. Las tomas de posición de la FIDH se completaban gracias a los testimonios de las víctimas recogidos por los responsables de misión.

    Se amplian las modalidades de acción de la FIDH, especialmente en el seno de las Naciones Unidas. A la diversificación de sus misiones de investigación se une un mayor activismo ante las instancias internacionales.

<accordeon| titre=1989 - 2010 | texte=La caída del muro de Berlín y el final de la guerra fría constituyen dos hitos que marcan un espectacular desarrollo de las ONG nacionales de defensa de los derechos humanos en el mundo. La FIDH acompaña esta evolución, mediante programas de cooperación jurídica en contextos de transición política en Europa oriental, en África subsahariana, en África del norte, en Medio-Oriente y en América Latina. En este periodo, el número de miembros de la FIDH aumentó de setenta a más de cien organizaciones. Se sitúa entre las ONG más representativas de la sociedad civil internacional y está reconocida como un actor clave en la lucha de los Derechos Humanos en el mundo.

En 1990, la FIDH reunió por primera vez en Praga a todos sus miembros afiliados y colaboradores de Europa oriental, libres al fin de la dictadura.

En 1997, la FIDH celebra por primera vez su Congreso Mundial en un país del Sur, en Dakar (Senegal), donde se confirma la urgencia de contrarrestar una globalización económica portadora de flagrantes violaciones de los derechos humanos. Ese año, la FIDH y el OMCT crean el Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos humanos y confirman así el carácter prioritario de la protección de los defensores y defensoras y de las ONG independientes. Esta protección tiene por objeto reforzar la capacidad de los actores locales para contribuir al cambio de sus sociedades a favor del respeto de las normas universales.

En 1998 y en 2000, las Naciones Unidas crean un instrumento y un mecanismo de protección para los defensores y defensoras. La FIDH no cesará en su lucha por que se apliquen y se creen este tipo de mecanismos en el seno de otras organizaciones regionales e internacionales.

En 2001, la FIDH celebra su Congreso Mundial en Marruecos. La necesidad de establecer la responsabilidad de los autores de las violaciones de los derechos humanos, ya sean Estados, empresas, instituciones o individuos ocupa un lugar central en la movilización del movimiento.

En 2002, la entrada en vigor de la Corte Penal Internacional hace realidad uno de los combates más antiguos de la FIDH.

En 2003, la atribución del Premio Nobel de la Paz a la abogada iraní Shirin Ebadi, colaboradora de la FIDH desde hace mucho tiempo, pone de relieve el compromiso diario de los defensores y defensoras de los derechos humanos que permanecen junto a las víctimas en las situaciones más peligrosas.

En 2004, la FIDH y el CCR, organización estadounidense recientemente afiliada a la FIDH, presenta en Alemania una denuncia por tortura y malos tratos en Guantánamo y Abu Ghraib contra el antiguo Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Donald Rumsfeld. Este proceso durará cuatro años y es una de las acciones clave de la FIDH en el terreno del respeto de los derechos humanos en el marco de la lucha contra el terrorismo.

En 2006, la FIDH hace pública su posición contra la ejecución del ex dictador iraquí, Saddam Hussein y deplora que una oportunidad histórica para juzgar sus crímenes de conformidad con las normas de un juicio justo termine en una parodia de justicia.

En 2007, se interpone una demanda por tortura y malos tratos ocurridos en Guantánamo y en Abou Ghraib contra el ex secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, en un intento de llevar la lucha contra la impunidad al más alto nivel. Ese mismo año, la presidencia de la FIDH recae por primera vez en una mujer (árabe-musulmana), Souhayr Belhassen, periodista tunecina y defensora de los derechos humanos. Con el objetivo de responder a una nueva degradación de la situación de los derechos humanos en el mundo (pobreza extrema, resurgimiento de conflictos), a la diversificación de los métodos represivos empleados por un número cada vez más variado de actores, la FIDH amplió su Secretaría Internacional para mejorar su respuesta a las necesidades de sus organizaciones en el terreno y para apoyarlas en la utilización de instrumentos y recursos de amparo cada vez más especializados y numerosos. En esta década, la Secretaría abre oficinas en Bruselas, Ginebra, La Haya, Nueva York, El Cairo, Nairobi y Bangkok.

El año 2008 constituye un momento histórico para la pena de muerte: la ONU adopta una moratoria universal sobre la pena de muerte y Kirguistán y Uzbekistán abolen la pena capital. Se les unirá Togo en 2009, tras una continua movilización por parte de la FIDH y de su organización miembro en el país.

En 2008, el combate que la FIDH lleva a cabo desde hace años en favor de la justicia internacional se ve marcado por avances sin precedentes: la FIDH y sus organizaciones miembros obtienen victorias tales como la apertura del primer caso de la CPI sobre la República Centroafricana, la Fiscalía de la CPI admite nuevas acusaciones, sobre todo en lo que se refiere a crímenes por motivos de género cometidos por algunos acusados congoleños, la adaptación del derecho senegalés a lo establecido en el Estatuto de Roma y en las convenciones internacionales de protección de los derechos humanos, así como la condena de un vicecónsul de Túnez por tortura. Sin embargo, la universalidad de la justicia y la necesidad de protección de las personas que hacen valer sus derechos ante los tribunales nacionales e internacionales siguen teniendo que hacer frente a enormes retos. La condena de Alberto Fujimori en Perú y la orden de detención emitida por la CPI contra el presidente de Sudán en 2009 constituyen igualmente victorias fundamentales. Asimismo, en 2008 tuvo lugar la adopción del Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC). Las víctimas de violaciones de derechos tienen, por fin, la posibilidad de interponer recursos individuales a escala internacional. Estos avances suponen la culminación de años de movilización de la FIDH en favor del reconocimiento pleno y justo de los derechos económicos, sociales y culturales para todas las personas. Asimismo, este paso se inscribe en un contexto en el que se cuestiona cada vez más la globalización económica y en el que la responsabilidad de los agentes no estatales, concretamente las empresas multinacionales, se halla en el centro del debate. La FIDH defiende que los derechos humanos se integren en las relaciones económicas y que todos los actores que intervienen (Estados, empresas, instituciones financieras) tengan que responder de sus actos.

En 2008-2009, la lucha de la FIDH por los derechos de las mujeres da también sus frutos: la aprobación por parte de la Unión Europea de las Directrices sobre la violencia contra las mujeres, la ratificación por la República Democrática del Congo (RDC) en febrero, así como por Camerún en mayo, del Protocolo a la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos sobre los derechos de las mujeres en África, la adopción en Burkina Faso en abril de una ley sobre cuotas que exige que haya un mínimo de un 30% de mujeres en las listas electorales municipales y legislativas y la aprobación en diciembre en Uganda de una ley prohibiendo la mutilación genital femenina. El 4 de marzo de 2009, la Corte Penal Internacional (CPI) dicta una orden de detención contra el presidente de Sudán, Omar el-Bechir. Esta decisión constituye un punto de inflexión en materia de justicia internacional. Es la primera vez, desde su creación en 2001, que la CPI emite una orden de detención contra un presidente en ejercicio. La FIDH se involucra especialmente en este caso a través de la realización de misiones de investigación y exhortando a que el Consejo de Seguridad de la ONU someta el caso a la CPI. La FIDH contribuyó a lograr la apertura de una investigación y a que se dictasen las órdenes de detención contra los más altos responsables sudaneses, entre los cuales figuraba el presidente Bechir.

En marzo de 2010, la FIDH celebra su Congreso Mundial en Armenia, sobre el tema "La justicia: el derecho a un recurso judicial efectivo": Este congreso supone la consagración de la universalidad de la FIDH. Personas de todos los continentes son miembros de los órganos directivos de la FIDH, con representación de 19 nacionalidades. El 40% de los miembros de los órganos directivos son mujeres y el total de organizaciones miembros de la FIDH en el mundo alcanza ya las 178.>

<accordeon| titre= 2011-2015 | texte=Durante la Primavera Árabe, la FIDH hace todo lo posible para defender los derechos de la población de los países afectados. En Libia, por ejemplo, se encarga de que el tema de los derechos humanos ocupe un lugar central en las reformas del régimen de transición.

En 2011, la FIDH logra que se libere a varios prisioneros políticos en Birmania y participa en el proceso de apertura parcial del régimen.

En 2012, la FIDH celebra los 90 años. Durante ese año realiza 60 misiones de investigación, observaciones judiciales y campañas de promoción y defensa. Celebra sus cada vez más numerosas victorias en todo el mundo.>

Nuestros organismos miembros

La FIDH reúne a 188 ONG nacionales de defensa de los derechos humanos en 116 países de los 5 continentes.

SER MIEMBRO DE LA FIDH SIGNIFICA:

1/ Compartir los valores consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, una ética basada en la independencia y una metodología rigurosa de investigación de los hechos; significa ser no partidario y aconfesional.

2/ Unirse para ser más fuertes, forjar alianzas para propiciar cambios a escala local, regional e internacional.

3/ Romper el aislamiento y de este modo proteger los defensores y defensoras.

4/ Intercambiar experiencias, buenas prácticas y conocimientos entre las organizaciones miembros.

Con un siglo de lucha a sus espaldas, la FIDH encara los desafíos de los próximos 100 años

#FIDH100 / www.FIDH100.org

No es casualidad que el lema adoptado por la FIDH en el momento de su creación fuera "La paz a través de los derechos humanos", porque tras la Primera Guerra Mundial, Europa estaba devastada y conmocionada. Por iniciativa de la Ligue des droits de l’Homme francesa y la Bund Neues Vaterland alemana, una quincena de organizaciones nacionales se reunieron en París para fundar la FIDH, con el fin de promover la paz a través del derecho y la cooperación entre países para que no se repitan las atrocidades de la Primera Guerra Mundial.

Estas organizaciones fundadoras, junto con Francia y Alemania, procedían de Armenia, Bélgica, Bulgaria, China, Dinamarca, Grecia, Noruega, Polonia, Portugal, Rusia, España, Suecia y Suiza.

Esta cooperación entre sus organizaciones miembros es posible gracias al modelo federativo de la FIDH. Siendo la cooperación y la solidaridad el centro de su modo de funcionamiento, la FIDH, adelantada a su tiempo, consiguió logros notables durante sus primeros cien años de existencia. En 1927 solicitó una Declaración Mundial de Derechos Humanos y un Tribunal Penal Internacional permanente. Estas campañas dieron finalmente sus frutos con la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948 y la creación del Tribunal Penal Internacional en 1998.

A lo largo de las décadas, la FIDH se fortaleció cuando las organizaciones africanas de derechos humanos se unieron a la Federación en los años 70, como la Liga Tunecina de Derechos Humanos en 1978, tras la descolonización y la independencia. La FIDH ha seguido creciendo, contando con 178 organizaciones miembros en 2010, y nada menos que 192 organizaciones de 117 países en la actualidad.

Una y otra vez, la necesidad de cooperación y solidaridad demostró ser una necesidad absoluta a lo largo de los años. En los emblemáticos juicios por los disturbios de Poznań, en Polonia, la FIDH denunció los abusos del régimen comunista, que ejercía una violenta represión contra los manifestantes pacíficos que reclamaban mejores salarios. La FIDH volvió a estar presente para documentar los crímenes de las dictaduras de toda América Latina en las décadas de 1960 y 1970 y para participar en los juicios. Acompañando a las víctimas de crímenes de guerra y de crímenes contra la humanidad y litigando en casos como el genocidio de Ruanda en 1994, las atrocidades perpetradas por los Jemeres Rojos entre 1975 y 1979, y los crímenes cometidos por el régimen de Bashar El Assad en Siria, la FIDH sigue decididamente comprometida con su filosofía federativa y su lema.

Este modelo no sólo promueve y defiende los derechos humanos en todo el mundo, también es una garantía para las personas defensoras de derechos humanos de todo el mundo que no se enfrentan solas a los regímenes autoritarios y a las amenazas. Cada vez que un persona defensora es amenazada, detenida arbitrariamente, acosada judicialmente, torturada o desaparecida por la fuerza, la FIDH lleva a cabo actividades de promoción, sensibilización, e investigación de los abusos y asistencia jurídica.
El reciente caso de Salah Hammouri, abogado palestino y defensor de derechos humanos, es un ejemplo de cómo la naturaleza federativa de la FIDH los apoya globalmente proporcionándoles asistencia jurídica: la organización presentó una denuncia contra NSO Group, que se infiltró en el teléfono de Hammouri con su programa espía Pegasus, y recientemente presentó una nueva comunicación ante la Corte Penal Internacionaldetallando el acoso de las autoridades israelíes que ha estado soportando durante años.

Este crecimiento permite a la FIDH denunciar los crímenes de las dictaduras, documentarlos y garantizar que no queden impunes. También es una fuerza que garantiza a las personas defensoras de derechos humanos del mundo entero que serán defendidas de los regímenes autoritarios. Del mismo modo, la FIDH defiende a sus organizaciones miembros cuando son amenazadas y se les impide llevar a cabo sus actividades. En Belarús, por ejemplo, las autoridades cerraron 275 organizaciones de derechos humanossolo en 2021 y encarcelaron arbitrariamente a siete personas defensoras de derechos humanosde la organización miembro de la FIDH, Viasna, en 2020. La FIDH ha trabajado activamente para liberar a los miembros de Viasna, defender el trabajo esencial de la organización y denunciar el régimen represivo de Belarús.

Como sabemos muy bien, los derechos humanos nunca deben darse por sentados y son muchísimos los retos que nos esperan en el próximo siglo. Si la FIDH ha sido capaz de liderar un siglo de luchas gracias a la solidaridad, a la cooperación y a su modelo federativo, este nuevo siglo que comienza debe ver el triunfo de la universalidad de los derechos, de los nuevos derechos y de su efectividad.

¡Nos vemos en el 2122!

#Askthefuture: ¡Dé su opinión en línea sobre los derechos humanos del futuro!

La misión de la FIDH es reflexionar sobre ello y trabajar por un nuevo modelo de sociedad justa y equitativa. Una reflexión a realizar conjuntamente. Porque sus ideas cuentan.

Por ello, la FIDH lanza una consulta ciudadana mundial en el marco de su centenario: es la campaña #Askthefuture.

Le invitamos a contribuir en en el sitio web del centenario FIDH100.org, en español, inglés o francés

Abierta a todo el mundo, sin ninguna restricción de edad, ubicación, sexo o nacionalidad, esta consulta tendrá lugar del 15 de junio al 31 de diciembre de 2022.

Paralelamente a estas acciones en línea, se están organizando una serie de talleres presenciales para jóvenes de 16 a 25 años con los aliados de la FIDH en París, Bruselas y pronto en Ginebra. El objetivo es sensibilizar a las futuras generaciones sobre el ideal universalista (los mismos derechos para todas y todos, en todas partes) de la FIDH.

Por ejemplo, el 18 de junio de 2022, jóvenes de la ciudad de París (situado en el número 4 de la plaza del Louvre, 75001 París) realizarán, de 14 a 18 horas, 4 sesiones de talleres lúdicos dirigidos a jóvenes para abordar tres cuestiones:

 ¿Qué policía para el mañana?
 ¿Cómo presionar a nuestros políticos para que actúen en el tema del calentamiento global?
 ¿Qué derechos tienen nuestros avatares digitales en el metaverso?

Los talleres estarán dirigidos por mediadores de la ciudad de París y expertos de nuestra organización miembro francesa, la LDH (Ligue des droits de l’Homme).

Inscríbase aquí (en francés)
Para más información, pulse aquí. (en francés)

Varios espacios para la devolución de resultados de esta consulta ciudadana figurarán en el programa del centenario de la FIDH de aquí a diciembre de 2022. Para conocerlos, siga la Agenda del Centenario.

Actuar es la mejor forma de mantener la esperanza!
Dar su opinión es ya un compromiso: ¡nos vemos en #Askthefuture!

41º Congreso: la Federación Internacional por los Derechos Humanos cumple 100 años

La FIDH y su organización miembro francesa, la Ligue des droits de l’Homme (LDH), organizan el 41º Congreso de la FIDH en París, del 23 al 27 de octubre de 2022. Este congreso marca también el centenario de la creación de la FIDH, cuya sede se encuentra en París desde sus inicios. Para esta ocasión se ha redactado un manifiesto que sienta las bases de un nuevo siglo de defensa de los derechos humanos.

Lea el manifiesto de la FIDH publicado con motivo del congreso:

Desde 1922 -por iniciativa de las ligas francesa (LDH) y alemana-, las organizaciones nacionales de derechos humanos con sede en Europa, aprendiendo de los horrores de la Primera Guerra Mundial, y luego procedentes de todo el mundo, forman una red mundial. 100 años después, en 2022, la FIDH cuenta con 192 organizaciones miembros en 117 países, y promueve su siempre presente lema "la paz a través de los derechos humanos".

El Congreso Mundial de la FIDH reúne a las organizaciones miembros de la red, a expertos internacionales y a más de 180 participantes de grupos locales de la sociedad civil. Este evento es una oportunidad para que las organizaciones de derechos humanos de todo el mundo compartan sus experiencias y "mejores" prácticas a la hora de abordar los retos de la protección de los derechos humanos.

En 2022, el Congreso de la FIDH se centra en la complejidad y la evolución de las cuestiones relacionadas con los derechos humanos, como la crisis medioambiental, los bienes comunes, la explosión de la pobreza, la universalidad de los derechos y la gobernanza mundial. El Congreso es también un hito en la gobernanza democrática de la FIDH.

¿Es usted miembro de la FIDH? Acceda a la página web dedicada al Congreso.

Resoluciones FIDH para las Américas adoptadas en su 41º Congreso

París, Francia – En el marco del 41° Congreso de la Federación Internacional por los Derechos Humanos (FIDH), el cual celebra el aniversario de 100 años de la organización, las organizaciones miembros de la FIDH adoptan resoluciones esenciales para afrontar las graves crisis así como oportunidades que afrontan al continente de las Américas, en particular resaltando temas de impunidad, derechos de mujeres y naturaleza.

Durante el Congreso, celebrado en París entre el 23 y el 27 de octubre de 2022, las organizaciones miembro de la FIDH adoptaron siete resoluciones propuestas o apoyadas por organizaciones miembro de la FIDH de América Latina, en particular resoluciones para reforzar el proceso de paz en Colombia; reconocer los derechos de la naturaleza; sobre la importancia de la labor de las mujeres defensoras de derechos humanos, así como la lucha contra los movimientos antiderechos y antigénero; la lucha contra la impunidad; la crisis democrática y derechos humanos en Nicaragua; y, finalmente, el impacto de las noticias falsas en los procesos democráticos en América Latina.

La lucha contra la impunidad se desprende mediante estas resoluciones como un tema esencial para la región. Sobre Nicaragua, la resolución adoptada demanda a la comunidad internacional presionar para “tomar las medidas necesarias que permitan parar las graves y persistentes violaciones a los derechos humanos, y juzgar y sancionar a sus responsables”, reconociendo las graves violaciones en el país, incluyendo la existencia de 184 presos políticos y más de 1000 organizaciones no gubernamentales “que han sido ilegalizadas y sus bienes usurpados”. A su vez, sobre Colombia se urge que el proceso de paz incluya el juzgamiento de máximos responsables ante los tribunales de justicia transicional.

Respecto a los derechos de la naturaleza, la Resolución por los derechos de la naturaleza y su interdependencia con los derechos humanos, reconoce que “no se puede separar a los derechos humanos de su relación con la naturaleza”, haciendo un llamado a los estados “a reconocer a la naturaleza como sujeto de derechos”, así como a “comprometerse con la obligación de proteger a las personas y comunidades que defienden la naturaleza y que se encuentran en riesgo”.

Finalmente, los derechos de las mujeres – en particular de mujeres defensoras y la lucha contra movimientos antiderechos y antigéneros – se afirman como una prioridad esencial para la región. Las Resolución sobre la importancia de la labor de las mujeres defensoras de derechos humanos expresa preocupación “por el riesgo que corren las mujeres defensoras de derechos humanos ante el sexismo, la violencia machista y el autoritarismo de muchos de los países de las ligas que integran la FIDH”, y llama a la comunidad internacional promover espacios en donde se visibilicen las trayectorias, causas y riesgos de mujeres defensoras de derechos humanos. A su vez, sobre la lucha contra movimientos antiderechos y antigénero, se advierte la amenaza de movimientos “antiderechos y antigénero”, los cuales pretenden atacar los derechos de las mujeres y de las personas LGBTQI+, expresando particular preocupación por la revocación de la protección federal del derecho al aborto en EEUU.

Alice Mogwe es reelegida Presidenta de la FIDH por un segundo mandato de tres años

París, 27 de septiembre de 2022 - Fundadora y directora de DITSHWANELO - Centro de Derechos Humanos de Botsuana, Alice Mogwe ha sido durante muchos años una activista de los derechos humanos en Botsuana y en sus países vecinos del sur de África antes de ser elegida presidenta de la FIDH en 2019, durante el 40º Congreso de la organización.

Compuesta por 188 organizaciones miembros situadas en los cinco continentes, la FIDH tiene a la cabeza un Presidente/a, asistido por un Buró Internacional compuesto por cinco Secretarios/as Generales y 15 Vicepresidentes/as. Como voz de sus organizaciones miembros, la FIDH actúa en todo el mundo siguiendo el principio de universalidad: los mismos derechos, en todas partes, para todos.

La FIDH celebra este año su centenario, un centenario marcado por importantes éxitos, como la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948 o la creación de la Corte Penal Internacional en 2000, pero también por innumerables misiones de observación, investigación y apoyo.

El primer mandato de Alice Mogwe estuvo marcado por una serie de graves crisis mundiales.

"La defensa de los derechos humanos ha sido puesta a prueba por varios acontecimientos catastróficos: la pandemia mundial de Covid-19, las guerras a gran escala en Ucrania, Siria y Yemen, los golpes de Estado y muchos desafíos a los principios democráticos. Sin embargo la FIDH ha sido capaz de hacer frente a estas crisis y, mediante una acción concertada con sus miembros, lograr victorias significativas contra el endurecimiento de la represión y las acciones de los regímenes autoritarios."

señaló Alice Mogwe.

El nuevo Buró Internacional está compuesto por : Gloria Cano Legua (Asociación Pro Derechos Humanos, Perú), Kaari Mattila (Liga Finlandesa de Derechos Humanos, Finlandia), Drissa Traore (Mouvement Ivoirien des Droits Humains, Costa de Marfil), Adilur Rahman Khan (Odhikar, Bangladesh) y Mazen Darwish (Centro Sirio para los Medios de Comunicación y la Libertad de Expresión, Siria)
 y de 15 vicepresidentes : Lucia Guadalupe Chavez (Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, México), Alexis Deswaef (Ligue des Droits de l’Homme, Bélgica), Diana Alzeer (Al Haq, Palestina), Glaucia Marinho (Justiça Global, Brasil), Reyhan Yalcindag Baydemir (Insan Haklari Dernegi (IHD) / Ankara, Turquía), Fatia Maulidiyanti (Kontras, Indonesia), Guissou Jahangiri (Armanshahr/ Open Asia, Afganistán), Valiantsin Stefanovic (Viasna, Belarús), Alide Bouangui (Observatoire Congolais des Droits de l’Homme, Congo-Brazzaville), Reinaldo Villalba Vargas (Corporación Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, Colombia), Abdillahi Ali Zakaria (Ligue Djiboutienne des Droits Humains, Djibouti), Maryse Artiguelong (Ligue des Droits de l’Homme, Francia), Jean-Claude Katende (Association Africaine des Droits de l’Homme, RDC), Oleksandra Matviichuk (Center for Civil Liberties, Ucrania) y Aissa Rahmoune (Ligue Algérienne pour la Défense des Droits de l’Homme, Argelia).

"Este nuevo mandato debe ser esperanzador: están surgiendo nuevos retos, como el cambio climático y la justicia medioambiental. Mientras muchos de nuestros amigos y amigas siguen encarcelados injustamente, afirmamos nuestra voluntad de luchar para preservar nuestros derechos y adquirir otros nuevos. El mundo puede parecer a veces sin esperanza, pero actuar sigue siendo la mejor manera de mantenerla"

, subrayó Alice Mogwe.

41º Congreso : Nuevas resoluciones adoptadas por los miembros de la FIDH

Este documento reúne más de una docena de resoluciones sobre los derechos humanos y el trabajo sus defensores. Su adopción afirma la orientación del Buró Internacional de la FIDH para los próximos tres años.

Consulte a continuación todas las resoluciones y sus organizaciones de origen:

41º Congreso : Nuevas resol... by FIDH FIDH