Hilal Mammadov, defensor de los derechos de la minoría étnica talysh y editor del periódico Tolishi-Sado (La Voz Talysh), fue detenido el 21 de junio de 2011 y condenado a cinco años de prisión tras un juicio injusto basado en falsas acusaciones, cuyo objetivo era impedir que llevara a cabo actividades en favor de los derechos humanos.
La FIDH ha estado muy al tanto de la situación desde su detención, ha proporcionado a la ONU información de primera mano y ha llevado a cabo una campaña en favor de su puesta en libertad.
La Opinión adoptada por el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detención Arbitraria durante su 68ª sesión, celebrada en noviembre de 2013, concluye que “las acusaciones de traición e incitación al odio y a la hostilidad de tipo nacional, racial, social y religiosa están basadas en el legítimo ejercicio por parte del Sr. Mammadov de su derecho a la libertad de expresión (...)” y pide su inmediata puesta en libertad así como una compensación.
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