Defensores de las ligas miembros de la FIDH encarcelados

En todo en mundo, decenas de defensores de los derechos humanos están encarcelados por el solo hecho de su compromiso en favor de las libertades fundamentales. Los estados hacen uso de todos los medios a su alcance con tal de silenciarles: hostigamiento judicial, detención arbitraria, malos tratos y tortura. En algunos países incluso se asesina a los defensores.

Muchos de ellos son miembros del movimiento FIDH: están en Bahréin, Belarús, Irán, [rouge]Tailandia[/rouge], Turquía and Uzbekistán.

La FIDH trabaja incansablemente para obtener su puesta en libertad, principalmente a través de su programa conjunto con la OMCT, el Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos.

A menudo, tras ser detenidos y encarcelados, los defensores están retenidos en condiciones infrahumanas. El objetivo de estos estados es intimidar a la población y reforzar su poder, muchas veces despótico.

En un contexto de este tipo, defender los derechos humanos resulta cada vez más difícil y puede ser extremamente peligroso para los defensores, para las personas de su entorno personal y laboral.

Por ello la FIDH hace un llamamiento para la liberación inmediata e incondicional de los miembros de su movimiento:

Repaso de las fases que han llevado a su encarcelación::

En Bahréin, una decena de defensores de los derechos humanos están encarcelados por haberse atrevido a expresarse en favor de los derechos fundamentales y a pedir reformas democráticas para su país.

El 16 de agosto de 2012 el secretario general adjunto de la FIDH, Nabeel Rajab, también presidente del Centro Bahreiní de los Derechos Humanos (Bahrain Center for Human Rights-BCHR) y del Centro de los Derechos Humanos del Golfo (Gulf Centre for Human Rights - GCHR), fue condenado a tres años de prisión firme. Por su parte, Abdulhadi Al Khawaja, antiguo director del BCHR y antiguo director de Front Line, está cumpliendo una sentencia de cadena perpetua.

Desde su elección como dirigente de Belarús en 1994, Alexander Lukashenko ha instaurado un régimen autoritario con restricciones a la libertad de expresión, de reunión y de asociación. La situación de los derechos humanos en Belarús dio un giro dramático el 19 de diciembre de 2010, cuando las fuerzas de policía dispersaron brutalmente una manifestación de protesta contra la celebración irregular de elecciones presidenciales. Ese día marcó el inicio de una ola de represión sin precedentes que continúa hasta el día de hoy: Ales Bialiatski, presidente del Centro de Derechos Humanos “Viasna” y vicepresidente de la FIDH, fue detenido en Minsk el 4 de agosto de 2011 y condenado a cuatro años y medio de prisión tras ser acusado de presunta evasión fiscal. Hoy en día sigue encarcelado.

Irán es una de las mayores prisiones del mundo para los defensores de los derechos humanos. Desde la represión de 2009, muchos de ellos han sido detenidos y juzgados basándose en acusaciones falsas. Se impide actuar a las organizaciones de Derechos Humanos. El Centro de Defensores de los Derechos Humanos (DHRC), una de las organizaciones miembro de la FIDH, tuvo que cerrar sus puertas a finales de 2008, mientras que la otra organización miembro se ha visto abocada a operar desde el exilio.

En este contexto, numerosos defensores de los derechos humanos se exiliaron y otros muchos continúan haciéndolo. Los que se quedan y no están ya cumpliendo penas de privación de libertad se arriesgan a ser detenidos en cualquier momento.

  • En TAILANDIA:

    Somyot Prueksakasemsuk,militante sindical desde hace muchos años y redactor de la "Voice of the Opressed" (Voice of Taksin) y también miembro de la liga tailandesa miembro de la FIDH, la UCL, por sus siglas en inglés (Unión por las Libertades Civiles).

En Tailandia el art. 112 del Código Penal (ley de lesa majestad), prohíbe toda expresión o acto que "difame, insulte o amenace al rey, a la reina, al supuesto heredero o al regente". Como consecuencia de la aplicación de esta legislación redactada en términos generales y poco precisos los periodistas, los militantes y los defensores de los derechos humanos se han visto, a lo largo de los últimos años, confrontados a amenazas, a acusaciones y a persecuciones. El Sr. Somyot Prueksakasemsuk, militante sindical desde hace muchos años y redactor de la "Voice of the Opressed" (Voice of Taksin), también integrante de la liga tailandesa miembro de la FIDH, la UCL, por sus siglas en inglés (Unión por las Libertades Civiles), ha sido acusado de lesa majestad tras la publicación de dos artículos por parte de alguien que habría hecho referencias negativas hacia la monarquía. Si es declarado culpable, corre el riesgo de ser condenado a una pena de prisión de hasta 30 años; Somyot está privado de libertad desde el 30 de abril de 2011 a pesar de que su detención ha sido calificada de arbitraria por las Naciones Unidas. El 23 de enero de 2013, Somyot fue condenado por la Corte penal de Bangkok a 10 años de carcél por violación de la ley sobre la lesa majestad, y un año de prisión condicional por violación de la ley sobbre la prensa en 2009.

  • En TURQUÍA (inglès) :

    Muharrem Erbey, vicepresidente de la IHD y antiguo presidente de la sección regional de Diyarbakır

    Reşit Teymur, Executive, IHD Siirt branch

Hoy en día en Turquía, a pesar de los notables avances en materia de derechos humanos que tuvieron lugar a principios de los años 2000 aquellos que se atreven a expresarse sobre cuestiones "sensibles" son a menudo perseguidos y criminalizados por las autoridades. Las cuestiones llamadas "sensibles" son: la promoción de una identidad alternativa (minorías étnicas y religiosas, concretamente los kurdos, así como minorías sexuales) y la crítica del estado o de sus instituciones (funcionamiento de las instituciones, lo que incluye la independencia del poder judicial y la impunidad del estado y del ejército en casos de violaciones de los derechos humanos). Se hallan directamente afectados por esta política los miembros de organizaciones no gubernamentales (ONG), así como también abogados, sindicalistas, periodistas, intelectuales y universitarios, escritores, defensores del derecho a la objeción de conciencia, miembros de las familias víctimas de violaciones graves, etc

Tres dirigentes de la Asociación de los Derechos Humanos (IHD), organización miembro de la FIDH, están en prisión preventiva por una acusación basada en una ley antiterrorista que criminaliza la expresión de opiniones.

  • En UZBEKISTÁN (inglès) :

    Zafar Rakhimov, miembro de la rama regional Kashkadarya de la Sociedad de Derechos Humanos de Uzbekistán (Human Rights Society of Uzbekistan - HRSU)

    Nasim Isakov, miembro de la rama regional Djizak de la HRSU

    Yuldosh Rasulov, miembro de la rama regional Kashkadarya de la HRSU

    Azam Formonov, Director de la rama regional de la HRSU

    Gaybullo Jalilov, miembro de la rama regional del distrito de Karshi de la HRSU

Uzbekistán es el país de la región Europa del Este - Asia Central, que detenta el récord en lo que a detenciones arbitrarias de defensores de los derechos humanos se refiere. Tienen que cumplir largas penas de prisión, muy a menudo en centros penitenciarios de régimen estricto. Debido al estado de abandono de las instalaciones penitenciarias y a los malos tratos de los que son objeto, el estado de salud de los defensores se degrada rápidamente. Las condiciones de detención son inhumanas y degradantes.

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