Alfonso Severo, testigo clave en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra en octubre del 2010 a manos de un grupo de choque de la Unión Ferroviaria durante una manifestación, fue secuestrado en la noche del miércoles 3 de octubre, en víspera de la audiencia. Sólo apareció el jueves 4 de octubre por la noche, por lo cual no pudo ir a declarar.
Alfonso Severo, antiguo empleado de la empresa de transporte Ferrobaires y testigo clave en el caso, ya había denunciado que el año pasado, cuando hizo las primeras declaraciones en sede policial por el caso de Mariano Ferreyra, su domicilio había sido baleado. Hace unos días, también denunció haber recibido amenazas telefónicas.
« Nos alivia mucho que Alfonso Severo haya aparecido con vida. Sin embargo, resulta particularmente preocupante este secuestro y aún más porque todo parece indicar que tuvo como objetivo impedirle declarar en el juicio. No nos olvidamos del precedente de Julio López, que continúa desaparecido hoy día », expresó Souhayr Belhassen, Presidenta de la FIDH.
Ante la gravedad de estos hechos, la FIDH llama a que se investigue con celeridad este secuestro e insta a que el Estado argentino garantice la integridad física y psicológica de Alfonso Severo así como de los demás testigos en este juicio, en cumplimiento del deber del Estado de velar por la seguridad de los ciudadanos.