¿Es Guatemala un país democrático?

Esta fue la pregunta que la comisionada Margartte May Macaulay de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH, realizó este día en la Audiencia Temática, a la que el Estado de Guatemala no compareció. Esta pregunta surge de los argumentos vertidos por la Comisión Presidencial coordinadora de la Política del Ejecutivo en materia de Derechos Humanos –COPREDEH- entre los cuales resalta su profundo desconocimiento del derecho internacional, al cual está sujeto. Guatemala es signataria de la Carta Americana de Derechos Humanos, con la cual forma parte del Sistema Interamericano de Derechos Humanos que hoy a través de su accionar desconoce.

La incomparecencia del Estado en la audiencia temática representa la materialización de la política de regresión autoritaria del gobierno de Jimmy Morales, así como la representación dictatorial que ha mostrado desde el 2016. Este hecho sólo tiene parangón a las actitudes de los gobiernos militares en el marco del Conflicto Armado Interno, en la década de los ochenta.

Este gobierno ha impulsado una serie de acciones que violan todos los principios democráticos e incluso ha violado el Estado de Derecho con el único objetivo de mantener y ampliar la impunidad y garantizar los espurios intereses de grupos de poder factico en el país.

Las organizaciones de derechos humanos que solicitamos y asistimos la audiencia frente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos –CIDH- rechazamos los espurios y anacrónicos argumentos esgrimidos por el gobierno de República para no asistir a la misma. A la vez, alertamos sobre la disposición de provocar el aislamiento internacional y pretender continuar su política de venganza, represión y fomento de la corrupción y la impunidad.

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