100 organismos de defensa de los derechos humanos denuncian las repercusiones negativas de la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos sobre la deuda argentina

Actualización: Argentina entra en default por la segunda vez en 13 años, ya que las negociaciones con los acreedores concluyeron sin llegar a ningún acuerdo. El default tendrá graves consecuencias para la economía argentina ya en aprietos, y repercusiones nefastas en materia de derechos humanos son a esperar.

En una carta a iniciativa de su organismo miembro en Argentina, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), publicada ayer, la FIDH y 100 otras organizaciones de derechos humanos del mundo entero denunciaron las consecuencias nefastas sobre los derechos humanos que implica la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos de desechar un recurso relativo a la deuda soberana de la Argentina.

La negativa de la Corte Suprema para procesar este caso valida la decisión de un tribunal inferior forzando a Argentina a pagar a los acreedores también conocidos como "fondos buitres" que habían adquirido títulos de deuda soberana después del ultimo default de la Argentina, pero no aceptaron los acuerdos de reestructuración de 2005 y 2010. Esta decisión podría conducir de nuevo a la Argentina a un cese de pagos y tener un impacto negativo en su capacidad de respetar, proteger y cumplir todos los derechos humanos.

Las organizaciones firmantes advierten que este conflicto sobre la deuda soberana entre la Argentina, los fondos buitres y el sistema judicial de los Estados Unidos no debe ser visto como un caso aislado, sino más bien como la expresión de un problema global que afecta a la aplicación efectiva de los derechos humanos.

Este caso demuestra la necesidad de mantener un equilibrio entre los intereses de los acreedores y los deudores que garantice que los Estados puedan cumplir con sus obligaciones de proteger y cumplir los derechos humanos. Como reconocido por las Naciones Unidas, "las estrategias en materia de deuda externa deben ser diseñadas de manera que no obstaculicen la mejora de las condiciones que garantizan el ejercicio de los derechos humanos y deberían, entre otras cosas, asegurar que los Estados deudores logren una tasa de crecimiento suficiente para satisfacer sus necesidades sociales, económicas, de desarrollo, y para cumplir con sus obligaciones con los derechos humanos”. La Corte Suprema de los Estados Unidos perdió la oportunidad de respetar este principio.

Leer el artículo de CELS aquí: (en español e inglés)

Leer la declaración conjunta Deuda Soberana Argentina y Derechos Humanos (en español e inglés) aquí

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