Como defensores de los derechos humanos, nos preocupa el impacto negativo de las multinacionales y otras empresas en los derechos humanos del que somos testigos a diario. Las violaciones de los derechos humanos por parte de los agentes económicos pueden revestir distintas formas.
Bajo ciertas condiciones, las empresas pueden representar oportunidades de mejora de las condiciones de vida de los trabajadores, las comunidades y los pueblos. Sin embargo, está demostrado que sus actividades pueden afectar a los derechos humanos en su conjunto. Las empresas pueden estar entre los responsables de las violaciones de los derechos humanos, ser cómplices de ellas o beneficiarse de las violaciones cometidas por otras entidades.
En muchos casos las violaciones de los derechos humanos vinculadas a las empresas no son sancionadas y disfrutan de un elevado grado de impunidad. Además, las víctimas no tienen acceso a un recurso efectivo que sea a escala nacional, regional o internacional.
Nuestro objetivo es prevenir las violaciones de los derechos humanos, promover el acceso a recursos efectivos para las víctimas así como las sanciones para los responsables de dichas violaciones, incluyendo las empresas, además de promover el comportamiento responsable de los agentes económicos.
Las normas internacionales vinculantes relativas a las empresas y los derechos humanos son un elemento importante para lograr ese objetivo.
Esas normas deben aclarar también la obligación de los Estados de proteger los derechos humanos y, por lo tanto, de controlar las multinacionales, la responsabilidad / obligación de las empresas de respetar todos los derechos humanos así como garantizar a las víctimas el acceso a un recurso efectivo.
Para lograr esos objetivos exploraremos, conjuntamente, las formas y los medios para:
– favorecer el intercambio de experiencias y reforzar la capacidad y la sensibilización de todos los actores implicados;
– profundizar el intercambio de información sobre nuestras actividades respectivas de apoyo a las víctimas de las actividades de las transnacionales; la FIDH propondrá a los participantes compartir información sobre los casos a través de una plataforma electrónica y/o la interconexión con otras redes;
– intensificar el monitoreo y las investigaciones para tratar de establecer los hechos y responsabilidades, implicando debidamente a las comunidades afectadas;
– identificar los mecanismos de recurso a disposición de las víctimas a nivel nacional, regional e internacional;
– multiplicar los contenciosos contra las empresas en nuestros países, sea en el país donde se ha cometido la violación o en el país de origen de la multinacional, bajo reserva de la consideración de elementos estratégicos y buscando la protección de los defensores de los derechos humanos y la protección y participación de las comunidades afectadas;
– combinar nuestros esfuerzos en el cabildeo nacional e internacional para reforzar los instrumentos jurídicos regionales e internacionales;
– proseguir los esfuerzos con las empresas multinacionales para reforzar la oponibilidad de estándares internacionales a dichos actores;
– buscar y profundizar los vínculos entre las ONG del Norte y del Sur, las alianzas entre ONG, comunidades y pueblos indígenas, sindicatos, asociaciones de consumidores e inversores socialmente responsables, y promover el desarrollo de plataformas nacionales/ internacionales sobre responsabilidad de las empresas;
– formalizar el papel de la FIDH como punto focal de sus ligas y asociados, sobre todo a nivel internacional.